Si bien la relación de Jaime de Marichalar y la Infanta Elena terminó hace 15 años, todavía siguen saliendo a la luz detalles del complicado vínculo que mantenían cuando aún estaban unidos en matrimonio.

Fue Pilar Eyre quien en su columna semanal en la Revista Lecturas reflotó algunos temas que en aquel entonces se ocultaron ante la mirada de la sociedad, pero que reflejan lo duro que fue para la hija de la Reina Sofía enfrentar su separación.

Según la palabra de la periodista, los trascendidos aseguran que, si bien el matrimonio de la hija del Rey Juan Carlos y Jaime de Marichalar no venía nada bien, todo dio un giro inesperado tras el ictus que sufrió el padre de Victoria Federica, el cual marcó un antes y un después no solo en su relación, sino en la decisión de poner fin a esta situación.

La Infanta Elena y los esfuerzos por salvar a Jaime de Marichalar

Quienes fueron testigos de este momento aseguran que la personalidad de Jaime cambió rotundamente tras el ictus convirtiéndolo en una persona malhumorada, iracunda, capaz de expresar las mayores inconveniencias. La hermana del Rey Felipe busca de una y otra manera evitar que su, entonces, esposo no ofendiera a nadie con sus comentarios haciendo un trabajo muy fino pero muy desgastante para ella. 

Sin lugar a dudas quien cumplió un rol fundamental a la hora de evitar el escándalo fue el Rey Juan Carlos quien en más de una oportunidad le pidió a su hija que tuviera paciencia y esperara el momento justo para disolver su matrimonio con Jaime de Marichalar. Lo cierto es que muchos aseguran que la Infanta Elena es la más fuerte del clan, pues soportó por una larga temporada el inestable carácter de su esposo.

La Infanta Elena siempre reservada

Una de las últimas polémicas que corren alrededor de la Infanta Elena hablan de la distancia que estaría transitando en su vínculo con Victoria Federica como consecuencia de la exposición que elige su hija para su vida y que la hija de la Reina Sofía no comparte.