Rocío Carrasco se enfrenta a las consecuencias irreversibles de su docuserie

La segunda temporada de En el nombre de Rocío llegó a su fin hace una semana, tiempo suficiente para preguntarse qué viene ahora en la vida de Rocío Carrasco, la mujer que decidió romper el silencio y cambiar su vida para siempre, hace dos años, cuando ni ella ni nadie imaginaba el impacto de esa elección. 

La heredera universal de Rocío Jurado mantuvo un silencio de ultratumba por dos décadas, en las que se calló todo lo compartido con su madre en vida, la relación con sus tíos, incluso los momentos más duros en su matrimonio con Antonio David, el padre de su única hija con la que dejó de hablar hace 10 años. De lo que nadie pone en dudas es del historial dramático que representa la vida de Rocío Carrasco y quizá ahí radique su salto a la fama, son tantos los entresijos de su vida que, en compañía de una buena productora, es mucho el jugo que puede sacársele. 

Una está callada hasta que decide dejar de estarlo.

Esta que sería su declaración más predictiva del futuro que se abriría para ella la sostuvo en su primera aparición después de 20 años de silencio, durante la presentación de un musical en memoria de Rocío Jurado, en las pantallas de Telecinco en enero 2020. Nada más verla frente a cámaras causó un revuelo tremendo, porque para algunos su rostro era desconocido hasta la fecha. 

Para el 2020 la idea del primer docudrama estaba avanzando en ese silencio que Rocío Carrasco supo mantener por tanto tiempo, hasta que en marzo de 2021 apoyada por Carlota Corredera, aparecía en "Rocío, contar la verdad para seguir viva" la primera teleserie en la que ella decidía cantar todo lo que tenía guardado, como un intento de hacer terapia frente a las cámaras de televisión, sin sospechar que cambiaría la historia de la televisión y la de muchos seguidores de la vida de su madre. 

Cuando arrancamos, nuestra única intención era ayudar a una mujer que pedía un altavoz para romper su silencio.

Con estas palabras, Carlota Corredera recordó aquellos comienzos, en los que se trataba de "una serie pequeña, era una terapia hecha tele, pero vosotros la habéis hecho grande”. Las palabras de la conductora gallega se quedan pequeñas ante lo conseguido por la madre de Rocío Flores, pues a dos años de aquel salto a lo desconocido, su vida es totalmente distinta. Ya no hay miedos de plantarse frente a una cámara, ni mucho menos miedo hay de narrar lo más triste, trágico y también los momentos felices de la coplera más grande de España. 

En 2022 el nuevo propósito de Rocío Carrasco se mantiene a toda marcha, con su nueva propuesta "En el nombre de Rocío" que mantiene el eje empezado en 2021, pero mucho más elegante, con una producción más cuidada en la que la única protagonista es ella y los documentos que sostienen su verdad de los hechos. 

Sin importar romper lazos de sangre con sus tíos, incluso con su hija tal parece que reivindicar la vida de Rocío Jurado es mucho más importante para la colaboradora de televisión que además incursionó en otros formatos de Mediaset, demostrando también que la herencia artística recorre todo su cuerpo. 

Ha sido un camino muy duro pero muy bonito, sanador y satisfactorio. 

Con estas palabras se despedía Rocío Carrasco, en lo que hasta ahora fue la segunda temporada de la docuserie transmitida por Telecinco. ¿Qué vendrá ahora? Es el enigma que aún no se descubre, después de siete días del final de la emisión televisiva, de lo que muchos están seguros es que ahora que tiene contactos de peso en el medio, habrá mucho por venir para la heredera universal. 

A viva voz

Con 45 años la vida le sonríe a Rocío Carrasco, con un matrimonio sólido al lado de Fidel Albiac, de quien se mantiene unida desde 2016, sin hijos en el camino, pero con proyectos en conjunto que los convierten en una pareja mediática de mucho peso para la televisión local.