Anabel Pantoja y Junco toman una decisión determinante con la memoria de Bernardo Pantoja

El último adiós a Bernardo Pantoja tuvo lugar anoche, cuando solo quedaban sus cenizas divididas en partes iguales para las dos mujeres que más amo en vida Anabel Pantoja, su hija, y Junco, la esposa que lo acompañó en sus últimos años. El resto de la familia no participó de esta división, una decisión que bien pudo negociar el mismo ausente, antes de despedirse de este mundo. 

Se sabe que Bernardo Pantoja era discreto, de relación distante con su familia tan mediática, unas maneras a las que la Sobrinísima pareciera rendir tributo en el momento más sombrío, cuando tiene que despedirse eternamente de su padre. Ese hombre rehizo su vida con Junco, en la tranquilidad total y donde nunca supieron intervenir las cámaras de televisión. 

Ahora que el último adiós es una realidad, Anabel Pantoja rinde homenaje a su padre, manteniendo la calma que él siempre profesó en vida, sin decir más palabras a la prensa que sus gestos de dolor y ambigüedad, ante la incertidumbre de abrazar lo que quedó de Bernardo en una bolsa de papel. Ahí descansan sus cenizas, el polvillo plateado que bien puede ser el soplido con el que desde ahora lo mantendrá en su memoria.

Junco también se llevó una parte de esas cenizas, repartidas en partes iguales con Anabel, con una ligera sonrisa. La mujer asentía a la pregunta de si había sido tratada bien por la familia Pantoja, pero tampoco ofrecía ninguna palabra a la prensa. Si algo compartieron ambas mujeres fue el silencio absoluto al dejar el tanatorio con una parte de Bernardo en las manos. 

En cámaras quedaron para el recuerdo algunos momentos de tensión vividos durante la primera velada en el tanatorio de Alcalá de Guadaíra, en Sevilla. La localidad reunió después de mucho tiempo al clan Pantoja, con imágenes de Kiko Rivera e Isabel Pantoja a metros de distancia, pero compartiendo el mismo espacio, luego de años de rencillas sin aclarar. 

Pero, como diría Belén Esteban al llegar al lugar, no era eso lo importante, sino el estado de profunda tristeza de Anabel, que desde el viernes estuvo arropada por su madre, Mercedes; su novio, Yulen Pereira; y su peluquero de confianza, Antonio Abad. Con ellos salió de la sala velatoria, cenizas en mano, y rumbo directo a la casa materna para descansar después de una jornada negra de la que no se sabe cuándo logrará recuperarse. 

Adiós Bernardo

Desde el 31 de agosto, el hermano de Isabel Pantoja se mantenía internado en un centro médico por un cuadro agudo de infección. Desde ese momento Junco mantuvo un clima de discreción total, que fue respetado por Anabel Pantoja y toda la familia. Una última operación practicada en las últimas semanas se complicó lo suficiente como para arrebatarle la vida, a sus 69 años.