Por mucho que se critique a Íñigo Onieva hay una verdad irrefutable en el manejo de su vuelta a la normalidad, y esta es la elección de Carolina Molas como su apoyo incondicional al momento de recuperar el orden natural en su vida. Cuando el ex prometido de la Marquesa salió de la cueva, lo hizo escudado por su madre. Ahora que la realidad da un giro de tuercas, es él quien también se perfila como el hombro amoroso que la protege en su momento más sensible. 

El título del "infiel más buscado de España" mermó. El hijo de Carolina Molas ha regresado a la vida pública y en un tono reservado y muy diplomático se ha dirigido a la prensa con dos finalidades estratégicas: pedir disculpas nuevamente a Tamara Falcó, insiste en que está dispuesto a hacerlo las veces que hagan falta, y pedir que se respete la intimidad de su familia. Después de que fueron ellos quienes dieron la cara en los momentos de mayor tensión mediática es lo mínimo que le corresponde a Íñigo Onieva. 

De toda historia con la hija de Isabel Preysler, el empresario empieza a recuperarse sostenido por Carolina Molas, con quien se fue de viaje a Turquía para renovar energías, y es su compañera incondicional en comidas al aire libre o planes sociales en Madrid. Allí los han pillado en varias oportunidades. 

El dolor de una madre 

Carolina Molas le deseó un "buen camino" a Tamara Falcó. Con su mensaje se desmarcó de la Marquesa para concentrarse en su propio camino que viene siendo un calvario, del cual pocos hablan, pero que Íñigo Onieva conoce a detalle. 

Lo primero que quiero pedir es respeto para mi familia, para mi madre, para mis hermanos, a los cuales les estoy profundamente agradecido porque están siendo un apoyo incondicional. Siento mucho que estén pasando por esto y pagando las consecuencias. 

Estas palabras del hijo de Carolina Molas son un gesto directo al corazón de su madre, la mujer que por amor a su hijo se guardó sus propias lágrimas. Ella,que se está separando de su segundo marido, José Ignacio de Guadamillas, tuvo que hacer de lado el dolor propio y el de los dos hijos que dejó la relación por acompañar a Íñigo Onieva en su peor momento. 

Ante esta situación, madre e hijo no solo comparten el mismo dolor, sino que, al entender las heridas provocadas por una separación, se abrazan mutuamente para seguir adelante juntos, como la familia unida que son. Una familia que, en palabras de Íñigo Onieva, anhela "vivir nuestra vida con normalidad". 

La última decisión de Carolina Molas desvela lo que está dispuesta a hacer por recuperar esa normalidad. Se trata de abandonar las redes sociales, una ventana pública que ante todo el huracán de Tamara-Íñigo le empezó a traer más problemas que momentos divertidos. De ese modo, la empresaria se desmarca de todas las posibilidades de exposición y recurre a la cueva, como bien lo supo hacer su hijo.

¿Quién es Carolina Molas?

Premiada en 2022 por su desempeño como CEO en Cemevisa, una empresa familiar de electrodomésticos que preside hace años, Carolina Molas es también madre de Jaime, Alejandra e Íñigo Onieva, hijos de su primer matrimonio; y de Luis y Nacho, producto del segundo que se dio por finalizado en verano de este año.