Desde siempre las mujeres ocupan un rol trascendental en las Monarquías del mundo no precisamente por sus poderes de decisión, sino por cómo lucen. No importa si se trata de las propias Reinas por herencia o por ser Consortes, lo cierto es que todas las miradas siempre se ponen en sus estilismos con la intención de determinar si toman buenas decisiones o no. Por supuesto, la Reina Letizia jamás ha sido la excepción a esa regla.

Si bien es cierto que la madre de la Princesa Leonor es parte de esa tendencia antes detallada, últimamente el impacto visual que provoca se ha potenciado. Siempre se ha caracterizado por ser muy elegante y por repetir vestidos, cosa que no suelen hacer sus colegas, pero ha subido la vara e impacta a quienes la observan con atuendos que dejan ver partes muy sugerentes de su cuerpo. Sobre eso habla todo el mundo.

Los especialistas en Realeza están intentando determinar cuáles son las motivaciones de la nuera de Doña Sofía para tomar un camino de tanto atrevimiento. En este punto (como en tantos otros), las perspectivas se contraponen, pero hay una que se impone y parece tener más lógica que el resto. Hay quienes creen que el cambio responde a que la estilista de siempre de la Reina está de licencia por maternidad, otros aseguran que su única intención es verse como una mujer empoderada y segura de sí misma. No obstante, esas no son las teorías ganadoras.

La Reina Letizia vuelve a probar que es una mujer de estrategias

Según un interesante estudio que ha realizado el portal “Mujer Hoy”, la Reina Letizia haría elecciones de vestuario tan arriesgadas para concentrar en ella las miradas y así disuadir a los espectadores de otros puntos más importantes en términos institucionales. Por ejemplo, justo apareció en público usando la pollera con el hueco cuando se publicó el podcast de Corinna Larsen hablando de sus intimidades con el Rey Juan Carlos.

Con este tipo de maniobras, la esposa del Rey Felipe también le facilitaría la vida a la Princesa Leonor. Al acudir a eventos con vestidos tan despampanantes, pocas ganas deja de poner la lupa en el desempeño de su hija. Por supuesto, las teorías relacionadas a las vacaciones de la estilista y a la necesidad propia de la periodista de verse estupenda tienen altas posibilidades de ser ciertas, pero es la última opción la más acertada. El costo de tal atrevimiento no es compatible con un simple capricho.

El ejemplo de la nueva Monarquía

La Reina Letizia es vista por el mundo como la Reina de la restauración. Al no ser descendiente de una familia de la alta alcurnia, sus modos apartados del protocolo y sus muestras de austeridad la han convertido en un símbolo de lo que debería ser la institución en estos tiempos.