De vez en cuando tiene lugar un fenómeno insólito entre los famosos: surgen duplas estelares. Rocío Dúrcal y Rocío Jurado lo fueron, no sobre los escenarios, sino en la vida. Ambas supieron dejar a un lado la competencia propia de sus carreras y forjaron un vínculo de esos que se fortalecen tanto con los buenos como con los malos momentos. De esa unión fue testigo José Ortega Cano.

Lamentablemente las copleras tuvieron su época de mayor apogeo en días en los que todavía no había una cámara por persona. Sin embargo, existe un material de archivo que vale tanto como un cofre lleno de tesoros. Y es que en varias oportunidades las Rocíos se dijeron públicamente cuánto se adoraban y probaron cuánto se conocían, aunque no tenían la fortuna de coincidir personalmente tanto como les hubiese gustado.

Seguramente la madre de Rocío Carrasco tuvo muchas preocupaciones en mente. Quizás por las noches no podía dormir pensando en qué sería de la vida de sus retoños cuando ella ya no estuviese, o bien cómo harían Gloria Camila y José Fernando para superar una nueva pérdida. Pero hay otra idea que evidentemente ocupaba su mente y de la que no hacía mención con frecuencia, una que incluía a José Ortega Cano y que Rocío Dúrcal conocía muy bien.

El deseo de Rocío Dúrcal sobre José Ortega Cano que impactó a Rocío Jurado

Tal como puede apreciarse en el material adjunto, mediante una llamada telefónica, Rocío Dúrcal le manifestó a Rocío Jurado su intención de que José Ortega Cano dejara la actividad taurina. La hermana de Amador Mohedano abrió los ojos grandes cuando escuchó las palabras de su amiga, en clara señal de que ella esperaba lo mismo, pero, en aquel entonces, el diestro todavía no había dado el paso.

Creo que ya se ha retirado de esos ruedos que te traen martirizada.

“En octubre”, respondió la oriunda de Chipiona con una alegría casi incontenible. No le agradaba en lo más mínimo que José Ortega Cano siguiera dedicándose a los toros porque era consciente del riesgo que implicaba la actividad para su vida. Rocío Dúrcal, como buena amiga, conocía las preocupaciones de su colega y no las olvidaba.

La más grande

Rocío Jurado fue una célebre artista española. Se destacó en la copla andaluza y el flamenco, así también como en los boleros y la balada romántica. Falleció en junio del año 2006 producto de un cáncer.