Kiko Rivera, el gesto que nadie esperaba tras la muerte de Bernardo Pantoja

El último gesto de Kiko Rivera es una clara señal de la nostalgia de estas fechas en las que familia es igual a Navidad. Aunque suene trivial, el DJ siempre ha demostrado lo importante que es para él abrazarse a sus seres queridos y la realidad es que, poco a poco, pierde a los que están dispuestos a sonreír con él. Su tío, Bernardo Pantoja, es una referencia fresca que aún sabe a pérdida. 

A sus 38 años, el marido de Irene Rosales no se imaginó padecer un ictus que lo paralizó por varios días. Tampoco pensó en zanjar una distancia de kilómetros con su madre y mucho menos perder a Bernardo Pantoja, su querido tío, de una manera tan dolorosa en ese escenario familiar tan frío y áspero. 

Hasta ahora, Kiko Rivera apenas se abraza a Anabel Pantoja, pues no le alcanzan los dedos de su mano para contar a las personas de su familia con las que podría repetir el gesto.

Frente a ese escenario, el DJ parece atravesar un momento de nostalgia. Ese es el sabor que deja su última publicación en sus redes sociales, en la que escribió "Papá, tito. Simplemente os echo de menos??", pregunta abierta que selló con una postal de ambos, sonrientes, muchos años atrás. Como si se aferrara a ese álbum de momentos felices, así pareciera ser el estado de añoranza de Kiko. 

Estoy seguro que en el cielo seguís con esta sonrisa.

Fue el pasado 25 de noviembre cuando Bernardo Pantoja dejó un vacío en la vida del músico. Es también un momento cargado de mucha sensibilidad, ya que no se ha cumplido ni un mes y él permanece recluido en su residencia familiar mientras se recupera del ictus y de una nueva inflamación que amenaza a su pie desde hace días. 

Que el recuerdo de los buenos momentos haya llamado a su corazón no es de extrañar, más aún cuando Nochebuena está en puertas y el abrazo de Isabel Pantoja seguirá en lista de espera hasta que su emocionalidad y su condición física sean realmente fuertes como para un reencuentro de tales magnitudes. Mientras tanto, Kiko Rivera tendrá que conformarse con sus postales del pasado, esas en las que el tiempo estaban lleno de alegrías. 

El presente aislado de Kiko

El hijo de la coplera pasa sus días en su residencia de Sevilla junto a su esposa Irene Rosales y sus dos pequeñas. Además, está muy al pendiente de su hija mayor, fruto de la relación con Jessica Bueno, que está en proceso de separación. Demasiadas emociones en poco tiempo para el DJ, que cumple su rehabilitación alejado de medios y de personas que pudieran alterar su salud.