Jesús Manuel Ruiz desmonta la verdad que pocos intuían sobre Gustavo Guillermo y María Teresa Campos

La descripción que hace Jesús Manuel Ruiz de Gustavo Guillermo no tiene desperdicio. El periodista detalla a la perfección cuál es el vínculo que lo une con María Teresa Campos. Para él son lo mismo, no hay diferencias. “Unos lo etiquetan como el chófer de Teresa Campos. Otros como el hombre de confianza de la comunicadora malagueña. Todo es verdad. A medias. Es algo más. Es el tercer hijo de Teresa Campos. El jovencito que comenzó cuando tenía 18 años con Campos madre en TVE. Desde entonces hasta hoy”, escribe en su columna “El balcón del corazón”.

Es algo más. Es el tercer hijo de Teresa Campos.

Este hombre, mano derecha de la matriarca Campos, decidió hablar. Después de tres décadas de silencio supo que era el momento de hablar, claro, lo hizo con el consentimiento de María Teresa Campos. Él desenmascaró a Edmundo Arrocet, con quien ella compartió seis años de su vida. Contó lo mucho que la hizo sufrir.

Gustavo Guillermo recordó aquella vez que el cómico chileno viajó a Buenos Aires y la periodista estaba de cumple. Él se molestó por el trato que le dio a su segunda madre. Por eso habla. No está dispuesto a que alguien manche el nombre de la veterana presentadora. Además, con un testimonio sin filtros porque, según Jesús Manuel Ruiz, las Campos tampoco lo tienen porque no les hace falta. Están acostumbradas y es “su medio de vida”.

A pesar de esa incondicionalidad, Gustavo Guillermo es un hombre de principios y leal. “Gustavo es amigo de sus amigos hasta la médula. No amigos televisivos. Los de siempre. Con Belén mantiene una relación que se remonta 25 años atrás. El hombre de confianza de María Teresa Campos mantiene amistades de siempre. Desde su infancia. Y es con la gente que se reúne en la intimidad de su casa. Lejos del gourmet televisivo”, escribió Jesús Manuel Ruiz.

El hombre de confianza de María Teresa Campos mantiene amistades de siempre.

Saber callar

Si algo reconoce Jesús Manuel Ruiz es la forma de ser de Gustavo Guillermo. Él “conoce a la familia a la perfección”, a sus hijas Terelu y Carmen y sus nietos, pero también sabe que hablar tiene su costo: “Carmen Borrego puede provocar a Gustavo Guillermo. Es conocedora de que no contará nada. Al menos mientras viva Teresa Campos. Gustavo es fiel a los suyos. Y Teresa Campos es él mismo”.