Con el paso del tiempo, Enrique Ponce y Ana Soria han demostrado que muchos se equivocaban al afirmar que la diferencia de edad que los separa sería la causa de su separación. Han pasado ya más de dos años desde que están juntos y cada vez se los ve más compenetrados y abocados a su objetivo: pasar desapercibidos. Mientras tanto, Paloma Cuevas no deja de sorprender.

Los fanáticos del torero se han cansado de esperar un nuevo espectáculo suyo. En ese sentido, hace algunas horas manifestó que no tiene planeado volver a torear, aunque no descarta que en el futuro cambie de parecer. Por supuesto, continúa en contacto con los animales, pero ya no le apetece continuar con el ritmo profesional en el que vivió tanto tiempo.

Paloma Cuevas, por otra parte, está más en agenda que nunca. Se la ha vinculado sentimentalmente nada más y nada menos que con el cantante Luis Miguel, pero ninguno desmintió ni confirmó nada. El romance podría ser muy relevante, ya que el mexicano fue un gran amigo del matrimonio, no solo de Paloma. Para el valenciano, el romance posiblemente significaría una traición.

Enrique Ponce, Ana Soria y Paloma Cuevas, tan distintos como el agua y el aceite

Mientras Enrique Ponce y Ana Soria brillan por su ausencia, Paloma Cuevas ha publicado una postal muy sugerente que puede apreciarse en adjunto. Mediante historias de Instagram e inspirada en la navidad, la oriunda de Córdoba mostró una postal de una cena que musicalizó con una canción de Luis Miguel. No dijo más nada ni especificó dónde estaba ni con quién, pero ese sutil gesto volvió a encender las alarmas.

La situación es la siguiente: el diestro y Ana Soria están muy a gusto sin las cámaras a su alrededor y, por otra parte, Paloma Cuevas cada vez se siente más cómoda con las miradas en ella. Eso es exactamente lo contrario a lo que sucedía hace algunos meses, cuando la estudiante de derecho y Enrique recién comenzaban a salir.

De herencia taurina

Enrique Ponce es nieto del torero Rafael Ponce Navarro Rafaelillo. Es considerado uno de los mejores toreros de su época por la elegancia con la que se desenvolvía.