Los secretos del escandaloso romance entre el Rey Juan Carlos y Bárbara Rey salen a la luz

Se lleva hablando casi medio siglo de esta relación, pero lo cierto es que quedan muchas verdades ocultas por desvelar de la historia de amor y chantaje que protagonizaron el Rey Juan Carlos y Bárbara Rey. El romance extramatrimonial que acabó en miedos y amenazas fue analizado al detalle este sábado en "Socialité".

De la mano de los periodistas Chelo García Cortés, Juan Luis Galiacho, David González y Fernando Rueda, se reconstruyó en el plató de María Patiño una historia de amor clandestina, una de las tantas del Rey Juan Carlos, que hasta el día de hoy está llena de secretos, silencios y mentiras.

Todo comenzó en 1976. En esos años, la vedette ya brillaba como estrella televisiva y era musa de Adolfo Suárez, líder de UCD y presidente del Gobierno. Fue él quien se encargó de presentarla ante el emérito, que estaba más que interesado en la actriz. Bárbara fue invitada a una recepción real poco después: "A él le gustó y se la presentaron", comentaron los analistas del caso.

La relación duró más de veinte años y, a pesar de los fuertes rumores, Bárbara Rey jamás se pronunció claramente sobre ellos. Sus respuestas eran siempre ambiguas, aunque en algunas circunstancias hablaba con los periodistas sobre una historia de amor no correspondida: "Me he enamorado de la persona que quizás no debía".

A pesar de todo, el Rey Juan Carlos siempre pudo contar con la lealtad de Bárbara. El emérito estaba tan rendido ante la vedette que ha llegado a salir por la parte trasera de la Zarzuela en moto hasta el domicilio de su amante. Aquí es donde todo se pone oscuro y entran los servicios secretos en el juego, pues aseguraban que la actriz tenía grabaciones de estos encuentros, dando lugar a que entraran a robar en su casa. 

Según los periodistas, cuando sus empleados le llamaron la atención al monarca y este estaba a punto de cortar la relación, Rey "diseña una estrategia para obtener beneficios con esta relación". Algo que la vedette niega hasta el día de hoy.

En 1997, la vedette habló ante las cámaras de forma clara, denunciando que tanto ella como sus hijos habían sido amenazados de muerte. Desde el coche, muy seria, llegó a decir: "Si me matan, prefiero que la gente sepa quién lo ha hecho". Unas palabras que aún no se sabe hacia quién iban dirigidas.