TODAVÍA DUELE

15 años sin Érika Ortiz, la hermana de la Reina Letizia, y esto es todo lo que se perdió

La esposa del Rey Felipe lleva consigo una angustia insuperable.
martes, 8 de febrero de 2022 · 05:15

El fallecimiento de Érika Ortiz es de esas marcas que no podrán borrarse jamás, quizás porque estamos hablando de la hermana de la Reina Letizia y no de cualquier otra partida antes de tiempo y por voluntad propia. Quienes la conocieron siempre la catalogaron como una mujer de alma pura, de colores claros, como a una persona terriblemente frágil que no podía soportar las atrocidades de este mundo y eso de alguna manera explica lo que sucedió. Se cumplen 15 años de su ausencia y así como muchas cosas se mantienen intactas, otras tantas están irreconocibles.

Definitivamente, el suceso más trascendente que se perdió Érika Ortiz fue ver a la Reina Letizia asumir el trono como consorte del Rey Felipe y luego a la Princesa Leonor como Princesa de Asturias. Pero en el plano familiar y más allá del protocolo monárquico, hay mucho más; por ejemplo, que su hija Carla se ha convertido en actriz y que, poco a poco, va superando las complicaciones propias de crecer en un ambiente que no es fácil, mucho menos si no se tiene a una madre.

Érika Ortiz, la hermana de la Reina Letizia, en una imagen de archivo.

Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano ya no son pareja y, seguramente, a Erika le hubiese encantado saber que su madre fue capaz de rehacer su vida de la mano de un hombre que la hace inmensamente feliz. También que vela por el bienestar de su nieta Carla con la misma devoción con que cuidaba de ella y de la Reina Letizia cuando ambas eran niñas. Lo mismo hace Antonio Vigo, el padre de su hija, quien ha logrado mantenerse al resguardo de los ojos curiosos desde que ella partió y quien jamás accedería a vender su intimidad o la de Carla por unos euros extra.

La Reina Letizia y su madre, Paloma, se ofrecieron a cuidar a Carla cuando Érika Ortiz falleció, pero Antonio insistió en que él era el padre y que con él debía quedarse la niña. Nadie le llevó la contraria, las cosas se hicieron como él quería y hoy vemos que el plan le salió perfecto. Carla es una muchacha de bien que honra a su familia, les huye a los escándalos e intenta no utilizar su apellido materno para que luego no le achaquen que no consigue las cosas por su propio mérito.

El Rey Felipe y la Reina Letizia en el tanatorio de Érika Ortiz.

Érika Ortiz tuvo un gran talento como artista plástica que no se animó a explotar, pero quienes la conocieron aseguran que era buena. Alguna que otra vez tuvo trabajos vinculados a su rubro, pero de nuevo, ella tampoco quiso usar el nombre de su hermana para ganarse un espacio. Érika siempre tenía frío, no importaba si había o no calefacción y ese es un claro ejemplo de lo vulnerable que era al mundo en general. La vida le quedaba incómoda pese a que contara con seres que la amaban incondicionalmente y más temprano que tarde terminó liberándose. Desde entonces, su ausencia no deja de doler; principalmente al observar todo lo que se perdió, todo lo que podría haberla hecho inmensamente feliz.

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