La tristeza que oculta Pablo Urdangarin detrás del reconocimiento deportivo y la fama "por ser quién es"

Es guapo, muy carismático y educado, favorito de la prensa y el mayor motivo de orgullo de la Infanta Cristina e Iñaki: Pablo Urdangarin está viviendo actualmente su mejor momento, en medio de una fulgurante carrera, mucha popularidad y las expectativas en alta. No obstante, hay que darle crédito al vástago, de quien se dice que las oportunidades que hoy tiene se las debe al hecho de "ser quién es". Detrás de todo el brillo, ha habido una historia personal compleja, llena de desarraigos, tristezas y luchas, que vale la pena tener en cuenta para apreciar mejor el camino que hoy transita el joven estrella.

Si de historias pasadas y crónicas hablamos, Pilar Eyre es, sin duda, quien mejor documenta la vida, obra y milagros de los Borbones y en sus agudas líneas encontramos algunos porqués. Esta semana, Pablo Urdangarin ha sido el objetivo y aunque remarca algunas de las virtudes del joven, también sucede lo mismo con sus peores experiencias y algunos datos inéditos, que sorprenden verdaderamente.

"Tiene el tratamiento de excelentísimo señor y debería recibir honores de grande de España allá donde fuere. Podría alternar con la flor y nata de los príncipes reales europeos, pero no lo han educado por este camino. Pablo Urdangarin es maduro, independiente y cosmopolita. Habla doce de idiomas y es muy ligón. ¡Tiene a quién parecerse!" Destaca con cierta picardía la famosa mediática.

Y, por supuesto, Eyre también aborda algunos temas muchos más difíciles de digerir para el atleta, como sus primeros años en el exilio cuándo vivió junto a su familia en Washington. Tanto él como su hermano Juan sufrieron desde muy pequeños malos tratos por parte de sus compañeros de clase, situación que dio origen a sus introvertidas personalidades, con fuertes estragos en el primogénito Juan, quién, como ya señaló antes la catalana, debió recibir ayuda profesional para lidiar con estos dolorosos temas.

De esto han dado fe algunos periodistas quiénes aseguran que cada vez que los chicos, especialmente el hermano mayor de Pablo Urdangarin, divisan la presencia de periodistas suelen agachar la cabeza, "Juan, con lo grandote que es, los protege, los coge por el hombro como si fueran sus polluelos".

Pero, en el caso particular de Pablo Urdangarin, si algo debe agradecer a la disciplina del balonmano es que la dedicación constante y el enfoque personal rinden buenos frutos no solo en cuanto sus habilidades deportivas, sino que también le ayuda a lidiar con sus posibles miedos e inseguridades de forma más efectiva, en comparación con sus relativos. Esto le ha permitido mantenerse ecuánime ante las arremetidas mediáticas, los conflictos familiares y otros temas penosos.

Para el joven deportista, quien ya comienza a despuntar como la promesa del F.C Barcelona en su categoría, es posible que la gloria deportiva lo conduzca a un mejor destino en el que pueda dejar atrás los capítulos más tristes de su historia familiar y, aunque casi resulta imposible conocer cómo la separación de sus padres pueda afectar a los más pequeños de la familia, Miguel e Irene, es posible asegurar que ante cualquier situación su familia siempre podrá contar con él. Sin duda, una joya familiar de la que no se puede perder vista.