Shakira sin miedo a nada disfruta de uno de sus grandes momentos sin Gerard Piqué

A lo largo de su carrera, Shakira ha demostrado ser una mujer de lo más versátil. Además de hacer historia con su música, la cantautora se luce como bailarina, actriz, embajadora de UNICEF, empresaria y, por sobre todas las cosas, se destaca como madre. La pareja de Gerard Piqué es un ejemplo de que todo es posible, en cualquier momento y a cualquier edad. 

Como buena colombiana, Shakira ama pasar tiempo junto al océano. En sus redes sociales suele compartir instantáneas de viajes a playas paradisíacas junto a su familia o de paseo en el mar catalán. Incluso diseña sus propios trajes de baño cada temporada junto a un estilista amigo. La conexión de la cantante con el agua es tan profunda que durante el último tiempo se volvió una fanática del surf.

La cantautora ha dejado en evidencia en numerosas ocasiones los beneficios que saca de este deporte acuático, pues la ayuda a mantenerse en forma y a lucir un cuerpo espectacular, fuerte y natural. Además, siempre que practica surf se la nota divertida, logrando una sana desconexión del mundo y de sus responsabilidades como pareja, madre, o estrella internacional.

El surf se volvió un espacio donde la cantante disfruta de un momento desafiante, pero en soledad. Gerard Piqué no puede realizar este estilo de prácticas por contrato, dado que podría llevarlo a una lesión. Así, la colombiana enfrenta a la furia del mar sola, enfundada en su traje de neopreno y con sus mejores compañeros: su inseparable tabla de surf y su instructor. 

Tras varios meses sin compartir una fotografía realizando este deporte, Shakira demostró que no se ha olvidado del surf y retomó su actividad en el mar, dejando en evidencia que poco le importa el clima o la temperatura del agua. "Viento, lluvia y agua a 14 grados. ¿Vocación o masoquismo?", se ha preguntado la diva en una publicación de Instagram.

La esposa de Gerard Piqué acompañó la publicación con una imagen junto a su instructor y de espaldas a la cámara. Ambos miran al mar, concentrados y decididos a domar las frías aguas de abril con sus tablas. No es una tarea sencilla, pero la victoria de lograr un desafío de semejante tamaño es incomparable.