La Reina Isabel y su abdicación: las claves para entender todo

Aunque la Reina Isabel prestó juramento a la edad de 25 años y afirmó que, aunque su vida fuera larga o corta prestaría servicio a su país de forma ininterrumpida y absoluta, después de 70 años, hay un trecho enorme entre lo dicho y lo hecho. Desde medios como RTVE se vislumbra cierta posibilidad que sobrevuela alrededor de la Soberana y previene que posiblemente no pueda dar término a la promesa que ha llevado de forma impecable durante sus 70 años de reinado.

No solo el referido medio sino algunos rotativos en Reino Unido han puesto sobre la mesa que la Reina Isabel podría estar por materializar su abdicación, tomando en cuenta algunos factores sorpresivos que han formado parte de sus últimas decisiones, como, por ejemplo, el abandonar el castillo de Buckingham para que sean Carlos y Camilla una presencia cada vez más común allí y establecer su residencia definitiva en Windsor.

Una situación inédita también supone que Su Majestad también ha debido airear sus cada vez más evidentes problemas de salud. No es de extrañar considerando que, a pesar de su envidiable condición, el paso de los años es indetenible y al menos alguna consecuencia le ha debido traer.

Forzadamente, ha debido reducir la cantidad de apariciones semanales, y esto sabemos que no le ha gustado demasiado a la Reina Isabel, sin embargo, ha sido su parte médica la que ha decidido intervenir entre el ritmo de la madre del Principe Carlos y sus actividades, a fin de impedir que se agote demasiado y empeoren algunas deficiencias como la reducción paulatina de la movilidad y dolores musculares que me impiden mantenerse de pie por varias horas.

Pero, sin duda alguna, la movida que tomó a todos por sorpresa, fue el apoyo público que la Reina Isabel dió a Camilla Parker Bowles, de quien mucho se dijo que quedaría frente a la coronación del Príncipe Carlos como "Princesa Consorte", y ahora, bajo la aprobación de la Reina Isabel, finalmente será Monarca. Quizás estemos ante la crónica de una abdicación anunciada o el plan de reinar hasta su deceso sigue, pero si algo queda claro es que la Soberana actual tiene un plan trazado y solo el tiempo nos dirá cuál fue el camino que escogió y cómo lo llevará a cabo.