Alejandra Martos desvela lo difícil que es cargar con el legado de Raphael

Alejandra Martos es hija de Raphael, pero es la más desconocida del clan, lo cierto es que la profesión que eligió para su vida le permitió mantenerse lejos de los medios, claro que, con el paso del tiempo, su nombre fue resonando en espacios completamente alejados de donde su padre inició su camino.

Raphael tiene hasta el día de la fecha una carrera exitosa en la que tanto Manuel como Jacobo, sus hijos, son quienes lo acompañan en cada uno de los proyectos que decide encarar. En el caso de Alejandra Martos fue distinto, si bien eligió el arte como espacio para desarrollar su vida profesional, no está vinculada con la música o la producción, sino que decidió abrirse camino en el mundo de la restauración.

Desde muy joven, la hija del cantante español tuvo muy en claro que su vínculo sanguíneo con Raphael le abriría caminos, pero también tenía en claro que para mantenerse en cualquier espacio profesional debía demostrar que su trabajo valía la pena, dejando de lado su rol de heredera de una de las voces más importantes de España.

Alejandra Martos es restauradora en el museo Thyssen y se rodea de obras de artes y pinceles, la investigación es un espacio al que la hija de Raphael accedió luego de conseguir este puesto en esta prestigiosa entidad, desde luego, asegura que su paso por este museo llegó luego de haberse esforzado por demostrar que era mucho más que la heredera de Raphael.

Actualmente, Alejandra Martos vive junto a sus hijos, y es que, tras veinte años de matrimonio, decidió terminar con esta relación, con respecto a este tema prefiere mantenerlo en la intimidad pero asegura que, si bien fue duro ganarse su espacio, ser hija de Raphael le brindó la oportunidad de llegar lejos.