Julio Iglesias, las razones desconocidas más allá del éxito y el amor

Cuando un artista se convierte en un fenómeno de masas, entonces es normal que los espectadores comiencen a intentar encontrar explicaciones. Sucede en el presente con los talentos emergentes que suelen encontrar su plataforma en los medios digitales y también sucedía en el pasado con figuras como Julio Iglesias. Definitivamente, no podemos contar con un mejor ejemplo para el análisis porque nadie puede negar que el padre de Chábeli Iglesias es un rompedor de records como nadie.

Hans Laguna, autor de “Hey”, es quien se ha interesado especialmente por destrabar el misterio que se esconde detrás de Julio Iglesias y ha llegado a algunas conclusiones interesantes. Por ejemplo, que gracias a contar con una voz pequeña logró diferenciarse de la competencia. Algunos tomaron este atributo como una deficiencia dado que no podía alcanzar notas que sus colegas sí, pero la realidad es que, sin tanto esfuerzo, instauró un estilo propio que dura hasta nuestros días.

Otro punto distintivo en el intérprete de “Con la misma piedra” es su éxito con las mujeres. Según el citado autor, esto responde a que, de cara al público, el vocalista asumió una posición de víctima en el divorcio con Isabel Preysler. Y es que, si bien el matrimonio se terminó porque la vida profesional de él era incompatible con la vida familiar que ella pretendía, se dio la imagen de que en realidad la socialité era una villana que no comprendía los compromisos laborales de su marido. Ella exigía demasiado y él era entonces un incomprendido.

Otro de los puntos con el que se explica el éxito de Julio Iglesias tiene que ver con su predisposición para cantar en todos los idiomas que fuese necesario. Así se abría puertas a culturas insólitas que probablemente de otro modo jamás se hubiesen interesado en sus canciones. En el mismo proceso también utilizó una herramienta que es muy popular en la actualidad y que por aquel entonces solo hacían unos pocos: las colaboraciones con artistas ya consolidados en mercados que pretendía conquistar. En ese sentido, por ejemplo, Willie Nelson y Diana Ross fueron algunos de los que lo ayudaron a insertarse en el mercado anglosajón.

Sin lugar a dudas, deben quedar cientos de aristas por inspeccionar en el afán por comprender la magnitud de Julio Iglesias. No obstante, en las líneas anteriores, hay varias pautas que quizás resultan útiles a quienes quieran entender cómo se hacía para cruzar barreras geográficas y tener fanáticos en todo el mundo cuando no existía internet y los viajes duraban días. El madrileño debe haber logrado mucho por simple casualidad, pero es evidente que muchos otros aspectos de su carrera estuvieron cuidados al detalle.