La Infanta Elena recibió como herencia uno de los oscuros tesoros de la Reina Sofía

Ser Reina Consorte es un cargo que independientemente de como se decida manejar, conlleva siempre una gran responsabilidad y nadie sabe más de esto que la propia Reina Sofía. Aunque férrea y un tanto cuestionable para los efectos de estos tiempos, la educación germánica que recibió le dio un sentido muy alto del deber y un dura habilidad hoy le concede reconocimiento por su servicio a la corona: esconder sus sentimientos al público. Pero hay una asignación más con la que ya no puede cumplir y como si se tratara de una joya de pasar, se la ha "conferido" a la Infanta Elena.

Hablamos por supuesto de la unificación familiar en tiempos convulsos. Desde los días posteriores al caso del elefante de Botsuana en 2012, hasta el exilio del Rey Juan Carlos en 2020, la Reina Sofía se mantuvo estoica y fuerte ante el vendaval mediático por el bien de la corona y con esta base ha tomado muchas de sus decisiones hasta el día de hoy. Incluso, la de delegar su "última función" y que hoy vemos cumplir a Doña Elena.

Es así como lo refiere "Mujer Hoy". Desde sus líneas, plantea que la Emérita debió escoger bandos al mantenerse como la única de los familiares del Rey Felipe en mantenerse en funciones, aunque ha sabido nadar entre dos aguas sin que el precio a pagar sea demasiado alto, al punto de desvincularla de Casa Real. Si bien todos sabemos que eligió el lado del Monarca actual, ahora el "pegamento real" capaz de viajar de Madrid hacia Abu Dabi y Suiza para visitar a su familia disgregada y dar buena fe de que todos se encuentren bien, es sin duda la madre de Victoria Federica.

Es por ello que la Infanta Elena es una auténtica trotamundos, especialmente en épocas marcadas por días de descanso. Para ella, se convierte en una opción de visita en el Emirato para ver a su padre, quien a pesar de sus diferencias con la Reina Sofía en el terreno matrimonial, ha sido un gran padre y por ello lo adoran.

Además, la Infanta Elena mantiene una muy estrecha relación con su hermana, la Infanta Cristina, quien hoy como sabemos vive en Ginebra y se encuentra en un doloroso proceso de separación de Iñaki Urdangarin. El apoyo de la Duquesa de Lugo es verdaderamente invaluable para todos, incluso para los reyes Felipe y Letizia que, pese a sus temas de tensión circundante, agradecen poder saber a través de ella la situación general de los Borbones sin tener que hacerlo directamente. Hoy, en lugar de su madre, la Emérita es quien mantiene los puntos de soldadura familiar.