RECETA
Receta de gazpacho andaluz casero, el plato que huele a verano
Es la receta más tradicional y fácil de esta época del año.El verano no sólo está definido por las altas temperaturas, los viajes a la playa o el fuerte sol, sino también por los sabores que invaden esta temporada. Y lo cierto es que hay varios platos y bebidas que son las estrellas principales del calor español. Uno de ellos es el gazpacho andaluz casero, y aquí te traemos la receta perfecta para que inaugures la estación más linda.
El gazpacho andaluz casero es una sopa fría servida habitualmente como primer plato. Se trata de una opción fresca, barata, y nutritiva, que llenará tus comidas de sabor. Esta receta, además de tratarse de una opción económica, es muy fácil de elaborar. ¡Manos a la obra!.
Ingredientes para preparar gazpacho andaluz casero
100 ml de aceite de oliva virgen extra
30 ml del vinagre de Jerez o el que más os guste
1 Kg. de tomates rojos bien maduros.
1 diente de ajo
150 g. de pan blanco (un trozo), molletes andaluces o si no encontráis pan de trigo blanco (mejor que tenga un día o dos)
1 pimiento verde grande
1 pepino
Un pellizco de sal (esto al gusto) y agua como ingrediente opcional
Para la guarnición: 1 cebolla pequeña, 1 tomate, 50 g de pimiento verde y 50 g de pepino (todo en pequeños dados).
Elaboración
Comenzamos a preparar nuestro gazpacho andaluz casero limpiando bien los tomates y todas las verduras que vamos a utilizar. Cortamos en cuartos los tomates y los añadimos a un bol grande. Del mismo modo, pelamos y cortamos los pepinos, el ajo, la cebolla, y el pimiento verde. Reservamos. Mientras tanto, cortamos el pan en trozos pequeños y le añadimos un poco de agua, dejando reposar durante unos 10 minutos.
Luego, echamos el aceite de oliva virgen extra, el vinagre de Jerez y la sal. Trituramos con la batidora hasta que nos quede una salsa líquida. Pasamos esta salsa por un colador o un chino, así nos aseguramos de retirar posibles trozos de piel y pequeñas pepitas que hayan quedado hasta que nos quede lo más fino posible. Metemos el bol en la nevera un par de horas hasta que se enfríe a nuestro gusto, y se puede servir en un plato hondo o simplemente en un vaso.