La presunta despedida de Charlène de Mónaco que afectaría a sus hijos de por vida

Aunque en sus dos últimas apariciones públicas Charlène de Mónaco se mostró muy cercana a sus hijos y tuvo ciertos gestos cómplices, la verdad es que muy pocos podrían creer que la situación familiar interna no se ha desmoronado. Los rumores sobre la presunta salida de la Princesa hacia Suiza y un acuerdo millonario que la traería de vuelta a Mónaco solo cuando su presencia sea requerida en temas institucionales, cada día cobran más fuerza. Pero la mayor preocupación se centra en el futuro de sus hijos, los pequeños Príncipes Jacques y Gabriella.

De confirmarse este nuevo y turbio escenario, la ausencia materna se confirmaría y peor aún, sería una constante en la vida de los pequeños príncipes. Tal como han mostrado las últimas imágenes de la revista "Vanitatis", donde Charlène de Mónaco ha sido la gran ausente en el último viaje familiar que el Príncipe Alberto y sus hijos protagonizaron en la celebración del 30 aniversario de Disneyland Paris.

Las tiernas fotografías nos muestran al Príncipe Alberto junto a sus hijos muy sonrientes y rodeados de los personajes más queridos del "lugar más feliz de la Tierra", Mickey y Minnie Mouse. Además, se aprecia a la pequeña del grupo utilizando gafas y aunque no se sabe si las usa por algún problema visual o solo por tratarse de un accesorio divertido, se puede evidenciar que tiene un gran sentido de identidad propia a su corta edad.

Hay quienes temen y no faltaría razón para ello, pues si esta separación familiar está ocurriendo definitivamente, podría afectar el futuro de los pequeños, pese a los esfuerzos del esposo de la sudafricana por distraerlos con actividades divertidas, viajes institucionales y la atención del resto de la familia Grimaldi. En esta edad tan crucial, la presencia de la exatleta como su madre es fundamental para un correcto desarrollo psicológico y emocional de las criaturas.

Sin embargo, también habría que evaluar las condiciones propias de la misma Charlène de Mónaco. ¿Realmente estuvo en plenas condiciones para regresar al principado desde Suiza? De hecho ¿sería capaz de mantenerse apartada de sus hijos por tanto tiempo? Ante tantas incógnitas, solo el tiempo dirá si ha aceptado estas supuestas condiciones a cambio de sostener su matrimonio por requerimiento de la institución que aún representa y no perder la completa custodia de sus hijos.