La razón que permitió al Rey Felipe retomar comunicación con la Reina Sofía

Este pasado 11 de mayo,  la Princesa Irene, hermana de la Reina Sofía, cumplió 80 años y, aunque se pensó a principios de semana que no habría una gran  celebración, la sorpresa ha sido mayúscula hace pocas horas cuando el diario "Informalia" ha publicado en exclusiva las fotos de un bonito evento familiar para agasajar a la cumpleañera, pues el Rey Felipe y la Emérita pusieron manos a la obra para hacer de este cumpleaños una ocasión inolvidable.

Según nos cuenta la citada fuente, un total de 30 personas se hicieron presentes, además de la Reina Sofía y el Monarca, con la mayor sorpresa de todas: la llegada de su cuñada, la Reina Ana María de Grecia, quien vino especialmente a celebrar junto a la Princesa en representación de la familia real helénica, pues recordemos que el Rey Constantino ha tenido algunos percances de salud.

La confraterna de la Reina Sofía también se vio rodeada de grandes amigos españoles, que ha amasado a lo largo de los años, gracias al trabajo activo que ha llevado su fundación "Mundo en Armonía" con la que siempre se mantiene presente en distintas causas humanitarias y a favor de los animales, lo que la convierte en una gran abanderada de varios eventos solidarios a lo largo del año y que ella prefiere llevar en la más absoluta discreción.

¿Y qué podemos decir de su sobrino, el Rey Felipe? Pues, a juzgar por las fotos y lo que amplía "Informalia", al jefe de Estado se le vio muy distendido, cariñoso y cercano con su tía y su madre. Por supuesto, ni rastro de la Reina Letizia, la Infanta Sofía ni las sobrinas de la "tía Pecu", las infantas Elena y Cristina, que, por lo que sabemos, siempre se han llevado muy bien con ella, pero se entiende que las disfuncionalidades familiares que conocemos han impedido su presencia en esta ocasión especial.

Aún así, la Princesa Irene ha tenido una bonita celebración de cumpleaños en los jardines de su residencia para recordar, con mesas dispuestas para recibir a sus invitados, un lindo globo dorado que formaba el número "80" a modo de bienvenida en la entrada y una torta para cantarle "cumpleaños feliz" y cerrar el encuentro rodeada de mucho cariño y familiaridad.