Tamara Falcó confirma por qué es la mejor heredera de Isabel Preysler

Muchas celebrities reniegan de sus orígenes y tienen razones para hacerlo. Decimos esto porque la fama algunas veces implica la existencia de entornos hostiles para los niños y, aunque en el presente eso no parezca gran cosa, las facturas empiezan a contarse con el paso de los años. No obstante, Tamara Falcó no pertenece a ese grupo gracias al espectacular trabajo que ha hecho Isabel Presyler como madre. Sin lugar a dudas, debe tener muchos errores, pero nadie puede negar que es una madre ejemplar.

De una socialité del nivel de Isabel Preysler esperamos una heredera que, por lo menos, esté dispuesta a seguir ese legado. Pero, en su caso, la elección se presenta como un desafío ya que sus tres hijas mujeres son grandes candidatas a cumplir ese puesto. Chábeli Iglesias, su primogénita, lleva su parecido. Ana Boyer compite con su personalidad y Tamara Falcó no se queda atrás gracias a haber adquirido una de las mayores lecciones de la matriarca.

El legado de Isabel Preysler

Tamara Falcó es la gran heredera de Isabel Presyler porque es quien mejor ha comprendido sus lecciones de estilo. La exmujer de Julio Iglesias es reconocida en todo el mundo por ser “la reina de corazones”, pero eso se debe a que lleva los años como nadie y a que jamás se la ha visto desentonar con un atuendo. Lo de ella parece ser innato, pues la hemos visto en todo tipo de eventos y siempre ha sabido a la perfección cuál era el atuendo perfecto, ese que la haría quedar como la reina de la velada, aunque ella no fuese la protagonista.

Hoy la novia de Íñigo Onieva también es una fuente de consulta segura en lo que a moda respecta, algo que no sucede con sus hermanas. Si bien Tamara ha cosechado muchos otros logros a lo largo de su vida (como haber ganado MasterChefs Celebrity), siempre que es invitada a una fiesta su presencia se convierte en el gran tema de conversación. ¿El motivo? Simplemente todo el mundo quiere saber cuál habrá sido su elección para la ocasión y, por supuesto, siempre está presente la posibilidad de que falle, pero nunca lo hace y es eso lo que la convierte en una digna heredera de Isabel Preysler.

Llega la primavera y con ella la temporada por excelencia en la que las estrellas eligen festejar sus fechas importantes. Es en esta época cuando las agendas se llenan de bodas, compromisos, cumpleaños y fiestas porque sí. Tamara Falcó, a esta altura, ya no debe tener ni un espacio en blanco ni tampoco temas por resolver en materia de vestuario. Es la invitada perfecta, pero también el gran terror de las anfitrionas, quienes quizás duermen con el miedo de que la hija de Isabel Preysler las opaque con tantas buenas elecciones. No se nos ocurren otras herederas tan a la altura del legado que se les impone y, definitivamente, ese debe ser un gran motivo de orgullo para la mujer de Mario Vargas Llosa.