La peor historia de Iñaki Urdangarin y Cristina que explica por qué todos les dieron la espalda

El libro ‘Eterno, vida y muerte de una leyenda’, obra de los periodistas Francisco Ávila y Alberto Martínez cuenta la vida y obra del recordado waterpolista Jesús Rollán, con algunas historias que merecen ser rescatadas para reivindicar a esta gloria del deporte español. Sin embargo, hay ciertas historias contenidas en esta edición que podrían resultar perjudiciales para la imagen de los exduques de Palma, Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina.

Tal como sucedió con el exbalonmanista, Jesús Rollan tuvo su momento de gloria y caída, aunque en su caso, el final fue fatídico y resultó una perdida irremediable para quienes en vida tuvieron el honor de conocerlo personalmente, aunque en sus momentos más oscuros no encontró a sus buenos amigos "royals" para tenderle la mano.

El reproche convertido en historia escrita no viene a menos. Entre las líneas de Ávila y Martínez, el retiro de Rollán del waterpolo le jugó en contra, pues quienes lo ensalzaron terminaron por abrirse paso dejándolo solo. Pero lo peor es que en el caso del infortunado matrimonio de Iñaki y Cristina, el tema ni siquiera se entiende, pues Rollán no solo era uno de los mejores amigos del vasco, sino que fue una gran ilusión no correspondida para la hija del Rey Juan Carlos que luego terminó en una gran amistad. De hecho, el fue uno de los celestinos que los presentó.

Podría decirse que, de no ser por el noble exdeportista, esta pareja, hoy en puertas de un inminente divorcio, quizás no habría coincidido hace 25 años atrás. Lo cumbre de todo esto es que en el libro se airea que Jesús ni siquiera fue invitado a la fastuosa boda de sus grandes amigos cuando incluso había comprado un traje, ya que daba por seguro que su invitación iba a llegar en algún momento. Esto nunca ocurrió.

El motivo del desprecio

Es cierto que el campeón eterno se vio envuelto en un serial de adicciones y crisis depresivas que saltaron a los medios y quizás este lamentable cuadro debió alejar a los exduques de su lado. ¿Pero qué tema hubo a puerta cerrada como para negarle su ayuda? Vanitatis recogió al respecto que algunos testigos que prefirieron quedar en el anonimato, coincidieron en que "el marido de la Infanta nunca respondía al teléfono y que siempre estaba reunido. Le dio la espalda".

Es por ello que para muchos resultó una verdadera extrañeza cuando Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina fueron los primeros en asistir al velatorio de Rollán luego de que decidiera quitarse la vida. Se les vio tomados muy fuerte de la mano sin querer soltarse, guardaron la compostura en todo momento y despidieron a su gran amigo, quizás nadie por prudencia y respeto dijo nada en el momento, pero el mal sabor estaba en el ambiente. Quizás si viviera aún, no habría dudado en ayudar a sus amigos en estos momentos cuando parecen más solitarios que nunca. ¡Las vueltas que da la vida!