REY FELIPE

El Rey Felipe está desesperado por agradar al Jeque de Catar y esto tiene sus motivos

Hay muchas preocupaciones en Zarzuela, detrás de las atenciones desmedidas del Monarca.
jueves, 19 de mayo de 2022 · 06:00

Casa Real se encuentra totalmente enfocada en garantizar que la corta estancia del emir de Catar Tamim bin Hamad al Thani y su esposa no esté exenta de todas las distinciones a las que haya lugar e incluso el Rey Felipe ha tenido el distinguible gesto de dirigirse hasta el palacio de El Pardo -dependencia donde se hospeda el invitado de honor-, apenas llegó al país y pudo finalmente instalarse en Zarzuela este pasado lunes junto a la mayor parte de su delegación. Haciendo memoria corta, ¿habíamos escuchado de este tipo de deferencias con alguno de los anteriores jefes de Estado y de Gobierno que han arribado a suelo español? ¿Qué factores entonces separan al mandatario árabe del resto?

El Rey Felipe y el jeque catarí Tamim bin Hamad al Thani. (Foto: @casareal)

Esta situación tremendamente excepcional tiene una base estratégica a nivel institucional y así lo explica "El Mundo" en una reciente edición. No es poca cosa que el gobernante catarí se haya hecho acompañar de sus tres principales ministros y del jefe del fondo de inversión del país árabe, pues se juega la firma de ni más ni menos que de 11 convenios por concepto de suministro de gas, en pleno conflicto bélico dónde precisamente este recurso supone un punto delicado para los países que conforman el eje de la OTAN. Siendo Catar el segundo proveedor de gas en el país, un almuerzo idílico y una cena con los mejores juegos de mesa y cubiertera de palacio son un detalle mínimo. Hay que agasajar a Al Thani con todo lo que haya.

Del otro lado, por supuesto, tenemos toda la receptividad que hemos visto a través de las cámaras. El jeque Tanim se ha mostrado especialmente cercano al Rey Felipe y la Reina Letizia, quien, por lo que se puede apreciar, ha hecho muy buenas migas con su esposa Jawaler.

El Rey Felipe no ha escatimado en atenciones a sus invitados. (Foto: @casareal)

Por supuesto, también ha habido tiempo para otras actividades menos rígidas. Esta tarde y, como parte de las actividades previstas, el emir se despidió por unas horas del Soberano y se dirigió con su séquito al hipódromo de Madrid, con el buen ánimo de disfrutar una carrera hípica y una exhibición. Una perfecta antesala para una posterior firma de acuerdos entre la institución ecuestre y los distinguidos invitados extranjeros.

La cena de Estado, por su parte, no ha sido tampoco una de las tantas que han tenido lugar (con el debido respeto a los presidentes anteriores), pero esta ocasión definitivamente tiene otro cariz, pues el Rey Felipe, en calidad de anfitrión, impondrá al jeque la distinción máxima que recibe un mandatario o jefe de Estado en territorio nacional, el collar de la orden de Isabel la Católica. Todo sea por el bien común, estas nuevas alianzas estratégicas recuerdan al Rey Juan Carlos en sus mejores años de reinado con su característica sangre dulce para congeniar de mil maravillas con sus homónimos del Medio Oriente.

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