Resulta realmente llamativo que Mario Vargas Llosa a sus 86 años continúe con su agenda de actividades profesionales como si tuviese 50. Lo mismo sucede con Isabel Preysler y es posible que la compañía mutua les funcione como una especie de motor para no decaer. Todo lo que hacen lo hacen juntos, se eligen cada día y no están dispuestos a que el paso de los años les  pase factura. Sin embargo, el romanticismo no puede con todo.

A simple vista parecería que Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa son almas gemelas. Pertenecen al mismo círculo social, comparten los mismos gustos y la manera de ver la vida. Pero ya sabemos que compartirlo absolutamente todo es una tarea perdida incluso antes de comenzar a intentarla y, aunque parezca lo contrario, es posible que esta icónica pareja no sea ajena a esta realidad.

Hace algunas semanas, la exmujer de Julio Iglesias sorprendió a propios y ajenos al manifestar que con Mario Vargas Llosa suele tener algunas discusiones por temas políticos. Con Miguel Boyer, el hombre que la inició en ese ámbito, aseguró coincidir en absolutamente todo; pero no así con su pareja actual. Desde entonces comenzamos a preguntarnos por cuáles serían esos tópicos de la discordia y no hallamos nada contundente. Ninguno de los dos lo aclarará jamás, pero hay varias posibilidades en concreto. Una de ellas se ha revelado en las últimas horas.

El tema en que el Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler podrían tener opiniones contradictorias

Isabel Díaz Ayuso ha presentado la Cátedra del Español y la Hispanidad de las Universidades de Madrid, y en semejante proyecto, el nobel de literatura es el presidente de honor por “su compromiso y aporte constante al idioma”. En su discurso, la presidenta de la comunidad ha manifestado que el objetivo del plan es reivindicar el idioma frente a los ataques de la “leyenda negra” y, sin lugar a dudas, esa es una perspectiva no compartida por los pueblos originarios. Entonces, ¿Isabel Preysler estará de acuerdo con que Mario Vargas Llosa defienda un proyecto que busca aseverar que el llamado “español” no atentó contra las lenguas de quienes habitaban las zonas colonizadas? De nuevo, nunca podremos saberlo a ciencia cierta, pero la duda ya está planteada.

El interrogante anterior surge de pensar solamente en que Isabel Preysler es de origen filipino y, por lo tanto, debe saber que en su tierra ya había pobladores que se comunicaban mucho antes de la llegada de los conquistadores. Sin lugar a dudas, Mario Vargas Llosa está muy seguro de cuál es su posición y por eso ha aceptado el cargo honorífico que le han otorgado, pero es posible que este tema sea uno de esos tantos en los que “la reina de corazones” discrepa con el artista. Interesantes debates intelectuales deben haber oídos las paredes de “villa meona”, pero, por desgracia, jamás los conoceremos nosotros.