Alba Flores vuelve a demostrar que es la fiel heredera de su abuela, Lola Flores

Ser la primera nieta de Lola Flores es un reto, ya que La Faraona le dejó la vara muy alta a toda su descendencia. Sin embargo, como reza el dicho popular, “lo que se hereda no se roba”. Este lema aplica a la talentosísima familia Flores, pero encuentra en Alba Flores su máximo exponente.

“Físicamente tiene un grandísimo parecido a su padre, y Antonio se parecía mucho a Lola, así que ha sacado los genes Flores”, la retrata Marián Conde. Dejando de lado el potente parecido físico, su tía Carmen Flores prefiere destacar su calidad humana: “Una niña encantadora, simpática, cariñosa, muy familiar”.

La actriz que con tan solo 35 años se convirtió en un boom de talla mundial tras interpretar a Nairobi en “La Casa de Papel”, mantiene siempre un perfil bajo. Marcando cierta distancia de sponsor, flashes fotográficos, pasarelas y alfombras rojas, hace bandera de su talento para desarrollar y disfrutar de su arte, construyendo sobre esos cimientos su éxito arrasador.

Es que Alba Flores no se fija en el rédito económico. De hecho, supo rechazar cifras impensadas, alejándose de aquella fama que poco cuadra con su línea eminentemente profesional. “Tiene a su favor un remanente de dinero por los royalties tras el fallecimiento de su padre. Tengo entendido que ese amparo le está sirviendo de respaldo durante la pandemia”, sostiene Marián.

Sin embargo, la joven que ya cuenta con 11.7 millones de seguidores en sus redes sociales, continúa creciendo y honrando el apellido de su abuela. Su último gran paso la vincula a la serie de Netflix “Sagrada Familia”, interpretando un personaje que viene a demostrar la versatilidad actoral de Alba.

Alejada del estilo reo que supo mantener en “Vis a Vis” y como atracadora en la serie donde el mundo entero lloró su muerte, este nuevo papel de Alba Flores genera expectativas: promete impactar con un aspecto completamente renovado para formar parte de un plantel deluxe.