La Reina Isabel pone los límites, Meghan Markle y el Príncipe Harry tienen la última palabra

La celebración del Jubileo de la Reina Isabel está cada vez más cerca y, a pesar de algunas situaciones puntuales a nivel familiar, si algo desea la Monarca de 96 años es presenciar los festejos bajo la siguiente premisa "nada de dramas" y la invitación a comportarse como se debe también se hace extensible al Príncipe Harry y Meghan Markle si realmente quieren ser parte de esta especial conmemoración de sus 70 años de reinado.

Pero, como es de esperarse, habrá tensiones ante lo que parece la inminente llegada de los Sussex al Reino Unido en tan solo horas, con sus hijos Archie y Lilibet Diana incluidos, además de las cámaras de Netflix que los siguen por dónde quiera que vayan. Según relata "ABC" a propósito de esta visita, de todo el clan Windsor, quien se sentiría menos a gusto es el Príncipe Guillermo, hermano de Harry, quien no parece ver con buenos ojos toda la parafernalia que causará su confraterno y que podría restar protagonismo a su abuela en esta fecha tan esperada.

No obstante, la Reina Isabel está de muy buen ánimo y razones sobran. Además de este festejo que tanta ilusión le hace, se sabe que el Jubileo de Platino coincide con el cumpleaños de la benjamina de los exroyals, Lilibet, por lo que se tiene previsto que la matriarca familiar pueda finalmente conocer a la bebé, que cumplirá su primer año.

Para ello, la Reina Isabel ha decidido perderse el Derby de Epsom, un acto ecuestre que tendrá fecha el 4 de junio y en el que los purasangres de Su Majestad participarán en una carrera programada como parte de estos actos especiales. Sería imperdible para ella de no ser por la llegada de la pequeña Lilibet.

Es también posible que el Príncipe Harry y Meghan Markle, quienes se hospedaron en Frogmore Cottage durante su estadía en la capital londinense, intenten asistir a celebraciones puntuales sin mayores apariciones públicas. Además del encuentro pautado con la Reina Isabel, también estaría previsto que asistan al desfile Trooping the Colour pero sin presenciarlo en el palco familiar, reservado solo para los miembros activos de la familia que prestan servicio al buen funcionamiento de la corona, para ellos quedará reservado algún palco preferencial y, una vez culminado este acto, regresarían directamente a Estados Unidos.