Paloma Cuevas recuerda a un amor que no es Enrique Ponce

La vida de Paloma Cuevas ha dado un giro trascendental desde que Enrique Ponce dejó de ser su marido. En un principio, le costó mucho recuperar su agenda profesional, casi no se la veía haciendo vida social y todo eso mientras el padre de sus hijas se paseaba por todos lados con su nueva pareja. Sin embargo, el tiempo lo cura todo y afortunadamente la empresaria no ha sido la excepción. Tuvimos que esperar un poco, pero el momento ha llegado.

Los primeros pasos de superación, Paloma Cuevas los dio cuando comenzó a anunciar mediante sus redes sociales que volvía al mundo de la moda. Una importante firma la contrató para que empezara a modelar sus vestidos y ese fue una especie de resurgir para ella. Recordemos que las prendas de vestir y las tendencias son su mundo, pero dejó todo a un lado para dedicarse por completo al cuidado de su familia. Una vez que Enrique Ponce se marchó, no le quedó más remedio que retomar todo eso que había dejado en pausa.

En consonancia con ese “volver a la vida”, es el movimiento que la modelo ha hecho hace algunas horas en Instagram. En el contexto de la Feria, se ha inspirado y le ha recordado a su enorme comunidad virtual qué es eso que atesora en su memoria y que no podrá olvidar jamás. Paloma es una mujer de tradición, lo muestra cada vez que tiene oportunidad, pero con su última acción dejó en claro que en realidad es más sensible de lo que imaginamos.

Paloma Cuevas ha recordado a su Córdoba natal con un posado espectacular y ha probado que conoce cada rincón de ese lugar. Decimos esto porque en el copy de su publicación especificó un sinfín de sitios que solo conoce alguien que ha vivido allí: las flores que cuelgan de los balcones y colorean el mes de mayo, como si de una postal de artista se tratase, o las callejas angostas por las que lugareños y turistas pasean con ánimos festivos. “Recuerdo las tardes con mi pandilla del colegio paseando por la Plaza de la Corredera donde el encanto de los cordobeses se mezcla con el maravilloso clima”, escribió y por supuesto, la publicación enseguida se llenó de comentarios cariñosos.

Córdoba, my love.

En su mirada al pasado, Paloma Cuevas también recordó a su padre, quien muchas veces oficiaba como guía turístico de amigos para mostrarles todos los rincones de Córdoba que solo conocía un local. Luego de ver esta publicación, ha quedado muy claro que la socialité no exagera en su amor por su tierra natal, pues se trata de una pasión que ha heredado y la Feria es algo que no se perdería por nada del mundo. Poco importa lo que haga Enrique Ponce por estas horas, sencillamente porque ella tiene mejores planes que pensar en él.