El acompañante que la Reina Isabel no habría querido tener en el paco real

El momento más esperado por los británicos ha llegado, y es que la Reina Isabel finalmente ha hecho acto de presencia en el balcón real del Palacio de Buckingham junto a su familia con la intención de saludar a los miles de espectadores que se encuentran apostados en las inmediaciones del palacio para unirse a los festejos propios del jubileo de platino, que celebran los 70 años de la Soberana frente a la institución monárquica.

Tal como se pudo ver en horas más tempranas, la Reina Isabel no pudo participar en el desfile "Trooping the Colour", en el que sus herederos, los príncipes Carlos y Guillermo participaron montados a caballo y vistiendo el uniforme de la guardia real, secundado por el paso de los carruajes que trasladaban a las esposas de sus altezas, Camilla Parker y Kate Middleton, acompañadas por los tres hijos de los duques de Cambridge, George, Charlotte y Louis.

La Reina Isabel no ha podido verse más plena, con una gran sonrisa, saludando a los asistentes y arropada por su familia, aunque tal como se ha podido ver, el número de integrantes de la familia que originalmente saludan desde el palco real ha disminuido, tomando en cuenta que ni el Príncipe Andrés ni su familia y los Duques de Sussex, Harry y Meghan, la acompañaron en este sitial debido a que está reservado para los miembros activos de la familia que trabajan al servicio de la corona. El acompañante que probablemente la Monarca no hubiera querido tener a su lado, más bien entre sus manos, es el bastón que da cuenta del implacable paso del tiempo.

Aunque ya se ha confirmado a través de medios como el diario británico "Daily Mail" y "Vanitatis" que la pareja de exroyals se encuentran en el Reino Unido junto con sus hijos Archie y Lilibet y al menos la Duquesa ya fue captada en fotos, con un vestido azul marino y un coqueto sombrero, muy divertida junto a las hijas de Zara Phillips, primogénita de la Princesa Ana.

Por los momentos, se espera que la Reina Isabel participe en varias de las actividades programadas para estos fastos, incluido el reencuentro familiar entre la Monarca, el Príncipe Harry y su familia. La razón para ello es que la Monarca pueda finalmente conocer a su bisnieta Lilibet y abrazar al primogénito Archie, a quien no ve desde que apenas tenía meses de nacido.