Lucía Rivera, la hija de Blanca Romero y Cayetano Rivera, ha vuelto a sonreírle al amor junto al asturiano Nacho Méndez, un joven de veinticuatro años que ha conseguido conquistar su corazón tras su llamativa ruptura con el campeón del mundo Marc Márquez. En los último meses, la joven influencer ha aprovechado las redes sociales para mostrar su lado más vulnerable ante los constantes cambios en su vida, entre ellos su nuevo amor.

También Lucía Rivera ha estado muy involucrada en el mundo de la moda, pero alzando su voz para normalizar los temas de temas de salud mental.

La hija de Cayetano Rivera, además, ha tenido una notable y creciente trayectoria profesional convirtiéndose en influencer, y su popularidad no ha dejado de subir como la espuma. Pero, a pesar del aparente brillo, la nieta de Paquirri ha dejado claro que en muchas oportunidades se ha sentido deprimida y sin ganas de llevar su vida adelante; el escenario ha sido distinto en las últimas semanas cuando se ha mostrado muy contenta junto a su novio Nacho Méndez.

En recientes declaraciones a la prensa, Lucía Rivera ha querido dejar claro ante todo que ella es feliz con o sin novio, pero reconoce que se encuentra viviendo una muy bonita etapa amorosa.

 Si no eres feliz solo, mejor no tener pareja.

Desde el pasado abril conocemos del intenso romance de Lucía Rivera aunque ella siempre ha tratado de ser muy discreta con su vida sentimental.

La ilusión amorosa de Lucía Rivera

Con Nacho Méndez se ha dejado ver públicamente en sus redes sociales, la primera vez fue en una escapada a Asturias, y desde entonces ha intentado que esta relación pase desapercibida, pero en un reciente evento en Madrid no ha podido ocultar su felicidad. “Estoy feliz como siempre”, comentó Lucía Rivera acerca de su relación.

Sobre sus baches emocionales, la hija de Cayetano Rivera ha querido recalcar que lo más importante para ella en estos momentos es dedicar tiempo para sí misma, ir al psicólogo y continuar con sus terapias, que tanto le han ayudado a superar sus problemas emocionales. Además, sigue siendo imagen central de varias marcas junto con las que lleva la bandera de la salud mental.