Michael Iglesias, la rebeldía que podría enfurecer a Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger

Empapados con las aguas de la exposición mediática, Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger demuestran estar muy duchos en lo que a la prensa del corazón respecta. Sin embargo, la rebeldía de sus gemelas, replicada ahora por Michael Iglesias, es su máxima preocupación.

Aunque el cantante y la modelo siempre han sido muy discretos con su vida privada, sus hijos comienzan a romper esa norma fundamental que tanto preocupa a la pareja. Este miedo guarda relación con un lamentable episodio que tuvo lugar en el año 1981.

En aquel entonces, el padre del músico había sido secuestrado. Nada fue igual a partir de ese momento. Cuando Julio Iglesias formó su familia con Isabel Preysler, decidieron proteger a sus hijos enviándolos a Miami.

Con la llegada de Miranda Rijnsburger, el temor a ese fantasma que aún sigue presente se combatió de manera diferente. El matrimonio optó por protegerlos inculcando el hermetismo y la privacidad entre sus gemelas, Victoria y Cristina, así como también en Michael Iglesias.

En el caso de las hermanas, las publicaciones periódicas en sus redes sociales no eran vistas con buenos ojos. Es que las hijas del cantante y la ex modelo compartían información sensible en sus posteos en Instagram.

Tiempo más tarde, Cristina y Victoria abandonaron la plataforma, por lo que el portal "ABC" arrojó una teoría al respecto. La hipótesis indica que sus padres intentaron con esta medida velar por la seguridad de sus hijas.

Poco más tarde, Michael Iglesias decidió seguir los pasos de sus hermanas. De este modo, el hijo varón del intérprete y la maniquí compartió imágenes de su vida privada en una historia. Allí puede apreciarse el patio de su impresionante mansión de Marbella.

El texto que acompaña el contenido reza: “No puedo esperar por España”. Varios medios intentaron analizar la escueta afirmación proferida por el joven de 24 años. Todos coinciden en que el texto dejaría al descubierto que no se encuentra en ese lugar, manifestando así su deseo por estar allí.

Esta se constituye entonces en un nuevo acto de rebeldía capaz de desafiar aquella norma impuesta desde hace tiempo. Todo ello, impuesto por Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger, con el fin último de cuidarlos.