REINA ISABEL
El motivo de alegría de la Reina Isabel que es amargura para el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía
No todos los Monarcas comparten las razones de la felicidad.La Realeza española nos tiene acostumbrados a tanto alboroto que muchas veces olvidamos que no somos los únicos que mantenemos la institución. El Rey Juan Carlos y la Reina Sofía, con más errores que aciertos, son venerados y, aunque cada vez hay más detractores, todavía estamos muy lejos de que sus roles dejen de existir. La Reina Isabel, por su parte, la tiene un poco más fácil.
Por la idiosincrasia propia de los países, la Reina Isabel cuenta con mayor legitimidad en el Reinado. Su tiempo en el trono no ha estado exento de polémicas y casos resonados, pero hay que admitir que no han sido tantos como los que tuvieron que enfrentar la Reina Sofía y el Rey Juan Carlos, o bien en Inglaterra administraron mejor los datos y evitaron que los problemas se propagaran como plaga.
Pero entre los Monarcas citados hay una diferencia sustancial: mientras la madre del Rey Felipe y su marido están inundados por los dramas institucionales y familiares, la Reina Isabel cumple setenta años de reinado. Por estas horas, el espacio digital está lleno de saludos y felicitaciones en honor a Su Majestad, pero hay algo en esa alegría que provoca cierto malestar en nuestros referentes.
La Reina Isabel disfruta y el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía se hacen una pregunta
Mientras la Reina Isabel se prepara para los homenajes, el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía se preguntan por qué solo visitó España en una sola oportunidad. Y es que, en setenta años, resulta insólito que no pudiera hacerse un hueco en la agenda para repetir el paseo. El año 1988 fue el que nos dio la oportunidad de recibirla en nuestras tierras, y ella no vino sola, sino acompañada de Felipe de Edimburgo, su marido y fiel seguidor. Un 17 de octubre aterrizó en Barajas, el Rey Felipe y la Infanta Elena los recibieron y su estancia duró un total de 7 días.
La Reina Isabel estuvo en Madrid, Barcelona y Mallorca, por supuesto, en un contexto de estricto protocolo. El Rey Juan Carlos y la Reina Sofía la acompañaron a todo momento y, pese a que se pescó un resfriado, quienes estuvieron con ella aseguran que se la pasó de mil maravillas. Pero, ¿por qué no regresó nunca, existirán diferencias irreconciliables entre la monarca británica y la abuela de la Princesa Leonor? En aquellas latitudes están de fiesta, pero aquí no podemos parar de pensar en que, en 70 años, solo la vimos una vez.