Irene Urdangarin: por qué se dice que puede destronar a Victoria Federica en el futuro

Irene Urdangarin cumple 17 años y aunque es uno de los miembros de la familia real que más esquiva se muestra ante la actividad periodística, es una de las que más curiosidad genera. No obstante, no debe extrañar que en su forma de ser y de actuar sea como cualquier adolescente que se pueda ver por las calles de Pedralbes, más allá que su estilo de vida resulte un poco más complejo y muy interesante. Educada, con una sonrisa sincera y muy a la moda, así es la hija más pequeña de Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina.

En los últimos meses, ha estado en el punto de mira y la preocupación a su alrededor se ha hecho visible, debido a la crisis matrimonial que llevó a la separación de sus padres. Aunque todo indica que la hoy expareja ha sabido manejar las cosas de tal forma que sobre sus hijos caiga el menor impacto posible, especialmente para la joven aristócrata. Según la pluma de versados periodistas como Pilar Eyre, la ha pasado muy mal, al punto de distanciarse de su padre, cuestión que llevó al exatleta a organizar un vuelo exprés a Ginebra para recobrar la confianza pérdida de su hija.

Sin embargo, pese al impasse, Irene Urdangarin es una niña de muy buen corazón y así lo aseguran quienes la conocen de cerca. Tiene mucho espíritu viajero y aborda aeropuertos como una traveller experta. Pues, aunque vive en la ciudad suiza de Ginebra, suele viajar a Barcelona con frecuencia para visitar a algunos de sus amigos que le quedaron del colegio francés al que asistía y además es muy apegada a su familia paterna, a quienes visita al menos una vez al mes. De este modo, nunca pierde contacto con España, pero más allá de eso, se muestra inseparable de sus afectos.

Dicen que a la sobrina del Rey Felipe le interesan siempre las últimas tendencias en estilo, aunque definitivamente parece que en lo académico no parece inclinarse por estudiar a fondo este rubro, sino que ha mostrado mayor interés en las artes.

Medios como "Semana" apuestan a que si Irene Urdangarin se interesara por el mundo de la moda, incluso podría llegar a destronar a su prima Victoria Federica: es muy joven y con un gran parecido a su padre, de cabellos rubios y cálida mirada azul, con una visión muy clara de cómo quiere verse siendo fiel a sus gustos. Su personalidad y capacidad para moverse entre hangares como pez en el agua, la convertiría en una excelente instagrammer, de esas que viajan alrededor del mundo y dan consejos de estilo. Está a tiempo y podría pensarse lo muy bien.

Sin embargo, Irene Urdangarin apuesta a un vida tranquila. Actualmente estudia en el prestigioso colegio Ecolint, le encantan los deportes como el esquí, el running y la natación. A su vez, siempre se rodea de un grupo de amigas muy unidas, con las que va de shopping, organizan quedadas en casa de alguna de ellas, van al cine o caminan por las calles de la ciudad helvética. Aún queda mucho por ver en el futuro de la hija menor de la Infanta Cristina y será interesante acompañarla en esta travesía que, aunque quiera o no, siempre será noticia.