Miguel Báez “El Litri” partió el pasado 18 de mayo dejando al mundo taurino con la sensación de que cada vez quedan menos referentes. Su vida estuvo marcada por la pasión por su profesión, por contabilizar tantos recuerdos como riquezas materiales y por haber estado acompañado desde siempre por Concha Spínola, la mujer de la que se enamoró a los 15 años y de quien nunca se separó.

Miguel Báez 'El Litri' y Concha Spínola formaron una pareja complementaria al 100%. Y es que, mientras él se dedicaba a las corridas (actividad que luego abandonó para complacerla a ella), su esposa se encargaba personalmente de la administración de sus riquezas. En varias oportunidades el diestro manifestó que la mejor decisión de su vida fue establecerse con su esposa y con frases como esas se consolidaron como uno de los matrimonios más envidiados del ambiente.

Con el fallecimiento del oriundo de Gandía, sin lugar a dudas, fue Concha Spínola la más afectada. Compartían cada detalle de sus días, de modo que la ausencia de él significaba para ella la partida de una parte de sí misma. Quienes los conocían en profundidad aseguraban en los días posteriores al tanatorio que para la empresaria sería muy duro continuar con su vida en soledad. No obstante, nadie imaginaba el desenlace del que ahora todos los portales están hablando.

El fallecimiento de Concha Spínola potencia la angustia y aumenta los interrogantes

Hasta ahora no hay demasiada información respecto de las causas del fallecimiento. No obstante, el portal “Diez Minutos” ha informado que Concha Spínola habría fallecido producto de un ictus irreversible, pero ningún miembro de la familia ha dado confirmaciones. Tenía 71 años y si bien la partida es dura de por sí, el hecho de que tuviera lugar tan solo dos semanas más tarde que lo de Miguel Báez 'El Litri' hace que estemos hablando de un caso muy resonante.

Miguel Báez, el hijo que tuvieron Concha Spin y Miguel Báez 'El Litri', debe estar totalmente devastado. El deceso de su padre ocurrió luego de un largo padecimiento producto de una enfermedad con la que no pudo, de modo que es posible que con el tiempo se fuese preparando para el desenlace menos querido pero inevitable. No obstante, lo de su madre es una auténtica sorpresa que le costará mucho asimilar. Recordemos que el joven celebró su boda justo antes de la partida de su progenitor y decidió posponer la luna de miel hasta que se encontrara mejor de ánimo. Con este último varapalo, es probable que el viaje no llegue nunca.