Por naturaleza, la juventud tiende a ir en contra de las costumbres tradicionales y, cuando sucede lo contrario, nos sorprendemos. Ese es el caso de Tana Rivera quien ya ha demostrado en varias oportunidades que siente una especial atracción por aquellas prácticas de antaño que siguen manteniéndose con el fin de no olvidar nuestras raíces. No obstante, su caso cuenta con el respaldo de una familia de tradiciones sin igual, recordemos que Carmina Ordóñez era su abuela.

Es posible que muchos lectores recuerden a Carmina Ordóñez como a una simple tertuliana, pero en realidad era mucho más que eso. La abuela de Tana Rivera era descendiente de una de las familias clásicas del toreo español y, para no irse de tema, se enamoró de Paquirri. La socialité combinó sus raíces con las de un espada y el resultado no fue otra cosa que la potencia de ambos, es decir, devoción por las prácticas de antes en el mundo moderno.

Tana Rivera no llegó a conocer a su abuela paterna, pero aún así está claro que Francisco Rivera ha puesto mucho esmero en relatarle cómo era. No obstante, hay que reconocer que los genes también han hecho lo suyo, puesto que, aunque la muchacha se parezca más a Eugenia Martínez de Irujo, su personalidad es muy similar a la de Carmina. "Tiene cosas que da hasta miedo... gestos, reacciones que dices ¡madre mía! esto no lo ha visto nunca y le sale", confesó el torero hace algún tiempo ante Toñi Moreno.

El modo que encontró Tana Rivera de honrar a Carmina Ordóñez

Fiel a su estilo de mirar hacia atrás con orgullo, Tana Rivera ha cruzado el río Quema en El Rocío y sin querer ha replicado una de las fotografías más icónicas de Carmina Ordóñez en el mismo sitio. En adjunto puede apreciarse la postal a la que hacemos referencia y resulta imposible no encontrar un espectacular parecido físico entre abuela y nieta. De hecho, hasta el vestido que usó la heredera de la Duquesa de Alba se asemeja bastante al de la íntima amiga de Lolita Flores.

La medalla de la virgen colgando de sus cuellos es otro de los puntos en común entre Carmina Ordóñez y Tana Rivera y hasta imaginamos que quizás se trata de la misma medalla. Francisco Rivera se mostró muy emocionado en el bautizo de su niña y ahora comprendemos mejor el por qué. Y es que ya debe ser grato saber que su hija se enorgullece de sus raíces, pero nada se compara al ver replicada de manera espontánea una de las escenas más icónicas de su madre.