Rocío Carrasco tiene tantos enemigos que resulta un poco complicado vaticinarle un futuro de paz que le llegue en breve. La prueba de eso está en su serie documental y en que ha decidido dividirla en episodios. Cada uno de ellos tiene como destinatario a un adversario distinto, y eso da cuentas de lo mucho que tiene para decir de cada uno de ellos. Raquel Mosquera ha sido la última y claro, no por eso la menos perjudicada.

Amador Mohedano fue el primer objetivo de Rocío Carrasco. Luego pasó también por su tía Gloria, y en el episodio 3 le ha llegado el turno a Raquel Mosquera, la viuda de Pedro Carrasco. Posiblemente los lectores recuerden que, en algún momento, Rocío y Raquel tuvieron entre sí algo de cordialidad (hay fotos de ese período), pero luego se terminó y todavía no terminamos de comprender los motivos.

Raquel Mosquera es peluquera de profesión, pero de vez en cuando también accede a sumarse a algún plató para contar sus historias con Pedro Carrasco, unas que no dejan nunca bien parada a la esposa de Fidel Albiac. Ambas vienen de años de fuego cruzado en los que la estilista acusó a la ahora tertuliana de haberle causado tal pena a boxeador que en breve falleció. Esa es su versión de los hechos que tuvieron lugar la última vez que Rocío vio a su padre, en un encuentro que no habría sido del todo feliz.

El nuevo argumento de Rocío Carrasco para cargar contra Raquel Mosquera

Con todo el trasfondo anterior, en algún momento de la serie documental la madre de Rocío Flores seguro apuntaría contra el último amor de su padre, y así fue. Rocío Carrasco asegura que no fue ella la causante de la pena de Pedro Carrasco y, en un tono que no sabemos si es metafórico o literal, acusa a Raquel Mosquera de ser la responsable de haberlo empujado al triste desenlace que ya todos conocemos.

Raquel Mosquera sabe lo que mi padre bebió el último día que nos vimos, ella se lo sirvió.

¿Cuál será la reacción de Raquel Mosquera ante semejante acusación de parte de Rocío Carrasco? Por las señales que ha dado hasta ahora, intuimos que no se quedará de brazos cruzados. La contienda familiar sigue ascendiendo, y es evidente que la heredera universal no le tiene miedo a nadie. De hecho, es ahora cuando demuestra que su regreso fue para quedarse y que ya no es la que conocíamos.