La vida de Rocío Carrasco encuentra su punto de inflexión en marzo de 2021. La hija de Rocío Jurado, que había guardado silencio durante casi dos décadas, daba un vuelco de 180° y decidía no callar más. “Rocío: contar la verdad para seguir viva” fue el primer paso para dar su versión de una historia llena de bemoles.

Pero no solo sus declaraciones comunicaban desde entonces, ¡y cómo! Los colores de los que se ha ido muñendo hasta llegar a “En el nombre de Rocío” son tan potentes como el mensaje que quería revelar al mundo.

Ángela Porras, fundadora de Closet Detox y estilista, analizó en “Look” las claves de los tonos seleccionados finamente por la heredera universal de la cantante. “En la primera parte, como es un tema muy serio lo que trata, ella decidió utilizar colores más oscuros, para así dar seriedad a la historia, ya que estos tonos indican la defensa de su duro relato”, explicó la especialista.

Rocío Carrasco como un Ave Fénix

El traje al que Ángela hace alusión es fucsia y se compone de dos piezas: un blazer con hombreras y un pantalón tipo flare. Tal como explicó a “Ok Diario”, este color representa universalmente la armonía y el equilibrio emocional.

Al elegir un tono fucsia ha querido mostrar a una mujer fuerte, ya que el fucsia es una de las tonalidades más fuertes del rosa, vinculado a la feminidad y asociado con la mujer.

“El negro también está muy relacionado con ese dolor o sufrimiento que ha vivido”, analizó Ángela Porras, refiriéndose al top color negro con que combinó las prendas anteriores. Para la estilista, los looks de los que se fue haciendo Rocío Carrasco “están muy pensados, tanto el diseño como la forma”.

“En primer lugar, el traje de chaqueta y pantalón le aporta una imagen de poder y fuerza, las hombreras y estructura de la chaqueta sugieren seguridad y credibilidad, una imagen empoderada que la respaldaba para contar su duro testimonio”, ahondó.

Tras esa aparición inicial, la mujer de Fidel Albiac no dio marcha atrás y avanzó en sus apariciones públicas. Al cabo de su rally televisivo, pasó de vestir colores más potentes para volcarse finalmente a una gama de tonos más claros.

“Los tejidos, mucho más fluidos y ligeros, prendas con caída menos estructuradas, le dan una imagen más tranquila, relajada y cercana, que generan sensación de calma y libertad”, interpretó la estilista.

La vemos con tonalidades más suaves, como el rosa y naranja, y mucho más claros y luminosos, como el blanco y el beige. Estos dos últimos son sinónimo de paz, armonía, limpieza, claridad.

Intentando así transmitir de algún modo cierta transformación y proyectando asimismo tranquilidad y credibilidad, el beige se convirtió en protagonista de una nueva entrega. “Esta nueva elección de colores quieren reflejar un mensaje muy claro, el de que ahora ya está en paz”, consideró Ángela Porras.

“Al apostar por esta gama de colores, Rocío transmite también armonía con su relato. Es una forma de decir que se ha liberado. También utiliza elementos importantes y con mucho significado, como el cinturón con un ave fénix, símbolo de renacimiento”, detalló la asesora de imagen a dicho medio.

En este sentido, el último cambio de look de Rocío Carrasco que implicó el abandono de su frondosa melena rizada por el cabello corto, también tiene una interpretación posible. “Refleja una mujer nueva, segura y completamente renovada”, recalcó finalmente Ángela en su exclusiva con el portal.