La advertencia pública de Charlène de Mónaco que hace palidecer a su cuñada Carolina

Es oficial: Charlène de Mónaco ha regresado a la vida oficial con una nueva actitud que a todos sorprende y muy gratamente, aunque, en recientes días, su ausencia por otro año consecutivo del prestigioso y tradicional Baile de la Rosa (que consagra a su cuñada, la espectacular princesa Carolina de Mónaco, como la mejor anfitriona de Europa en estas lides del jet set internacional), dio mucho de qué hablar.

No sabemos si se trata de otra desafortunada casualidad o simple intencionalidad, pero resulta refrescante la aparición de la sudafricana dos días después del magno evento en una actividad que seguramente hizo palidecer a algunos nobles de la corte monegasca, incluyendo a la propia princesa de Hannover, en el que, debemos decirlo, nunca antes Charlène de Mónaco había lucido tan luminosa y renovada.

Sin una pizca de nerviosismo y derrochando simpatía y sonrisas, Charlène de Mónaco demostró sus mejores dotes para socializar y se convirtió en guía turística por un día. Se encargó de recibir personalmente a un grupo de turistas, que no podían creer que su alteza serenísima estaría a cargo de ofrecerles un mini tour por las residencias reales recientemente restauradas y abiertas a visitas hasta el próximo 15 de octubre.

Ante esta ocasión especial, los sorprendidos visitantes no dudaron por un segundo en hacerse fotografías con la esposa del Príncipe Alberto y compartirlas en sus redes sociales, donde se la puede ver recuperada, sonriente y plena, ¡como no la habíamos visto en muchos años!

Sin duda, esta ha sido por mucho una de sus apariciones más especiales, con calificación de 10/10 que  ha cosechado fantásticas críticas hacia lo que para medios como Mujer Hoy y nuestra propia apreciación. No sería más que una seria declaración de intenciones, en la que Charlène de Mónaco deja explícito su deseo de encontrar su lugar en el Principado y alejarse cada vez más de la sombra casi omnipresente de Carolina de Mónaco, en el que, quizás, se decante por una postura de mayor cercanía del pueblo monegasco al buen estilo de las consortes de hoy, y que no precisamente van en línea con la actitud hierática de su hermana política, quien apuesta por preservar las políticas más conservadoras de la Casa Grimaldi.