REINA LETIZIA

El punto en común más doloroso que aún existe entre la Reina Sofía y la Reina Letizia

Hay un tema que las consortes comparten y del cual ninguna quiere hablar.
sábado, 16 de julio de 2022 · 09:25

Mucho se ha hablado del prontuario amoroso que el Rey Juan Carlos ha llevado a lo largo de los años, entre historias confirmadas y las más diversas sospechas sobre la identidad de varias mujeres que han accedido a sus atenciones. Princesas, aristócratas, actrices, cantantes y hasta se dijo que el exmonarca llegó a tener amoríos con unas 1.500 mujeres a lo largo de su vida. Tristemente, sea cual sea la cifra real, todo parece indicar que su mejor trato lo reservó para sus aventuras furtivas y fueron la Reina Sofía y la Reina Letizia quienes debieron sufrir lo peor de su carácter.

Esto explica, como por ejemplo, porque la Emérita pasaba de ser considerada por su esposo como una "gran profesional" (halago que siempre tuvo un doble rasero) a ser una "boba" en términos de puritanismo e ingenuidad. Esto, debido a que el exrey aceptaba con cierta admiración el hecho de que la Reina Sofía jamás olvidaba su rol en lo institucional, pero el matrimonio en sí era un fraude total.

Abdicación de Don Juan Carlos. Fuente: (Ok Diario)

Si se casó con ella fue por estricta conveniencia y hasta la misma griega le confesó a la escritora Pilar Urbano que las historias de príncipes azules eran tan solo cuentos para niños. Don Juan Carlos vivía recalcándole lo mal que le sentaba la ropa que lucía en público, le echaba en cara sus aventuras y la consideraba una boba por ser capaz de creer en la veracidad de las apariciones marianas.

Pero si existe en Casa Real un castigo peor que el ser la esposa de un Monarca mujeriego y carente de amor o consideraciones, no podemos olvidar que el rol de nuera tampoco es fácil. En este sentido, la Reina Letizia sabe muy bien lo que significa no caerle en gracia al exjefe de Estado.

 

La Reina Sofía y la Reina Letizia son los valores de mayor alza en la monarquía. Fuente: (Foto de archivo)

Considerada por él mismo como "lo peor que ha entrado en la casa en años", por figurar en su expediente como una mujer divorciada, hija de una sindicalista, nieta de un taxista, para colmo de males, periodista e incluso republicana; es posible que el esposo de la Reina Sofía tuviera razones para temer sobre el matrimonio de su hijo Felipe con el hermoso pero "torcido" prospecto que había elegido. En su cercanía, el Emérito se encargó de difundir apodos para ridiculizarla, como comentarios en los que dejaba entrever que su ambición siempre fue el de convertirse en Reina.

Sin embargo, el tiempo terminó enderezando los entuertos. Cuánta razón tenía la Soberana al secundar a Felipe en la idea de marcar distancia en lo institucional, aunque hasta el presente se cree que ella fue la gran artífice detrás de la decisión del Rey Juan Carlos de exiliarse. Paradójicamente, la Reina Letizia y la Reina Sofía son las grandes garantes de la estabilidad institucional: la Emérita como un ejemplo de trabajo y temple ante las adversidades y la Reina Letizia como la mejor prueba que existe de que no hay que nacer en cuna de oro para llevar a cabo un gran trabajo.

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