La agenda de la Reina Letizia (como la de muchas Reinas) es tan carente de eventos de toma de decisiones que caemos siempre en noticias que analizan sus atuendos, sus gestos o su maquillaje. Muchas veces quisiéramos darle otra impronta a su embestidura, pero la realidad es que es la institución es la que nos limita las posibilidades.

Sin embargo, en las últimas jornadas, la actividad monárquica ha tomado tintes más interesantes gracias a la presencia de Jill Biden en el contexto de la visita de varios presidentes del mundo por la reunión de la OTAN. La Reina Letizia, por supuesto, ha sido una anfitriona ejemplar al recibir a las primeras damas y al demostrar que ella, al igual que la esposa de Pedro Sánchez, tiene mucha relevancia en el plano social y humanitario.

Jill Biden y la Reina Consorte compartieron varias actividades, la mayor parte de ellas tuvieron un perfil solidario, abocado a atender demandas de diversas enfermedades. También comieron juntas los exquisitos manjares de la exclusiva dieta mediterránea de Su Majestad y pasearon por el Palacio de Zarzuela. Pero no fue eso lo que más llamó la atención ni lo que a estas horas podría ser considerada una novedad.

El gusto que la Reina Letizia escondía bajo siete llaves y que Jill Biden ayudó a revelar

La esposa del presidente de Estados Unidos visitó el Palacio, y allí la anfitriona la hizo conocer su despacho personal. Por supuesto, allí se tomaron fotografías, y fue entonces que descubrimos que la Reina Letizia es una apasionada por el Feng Shui, la tendencia asiática que rige el ordenamiento de los muebles de cada ambiente para lograr que sean armónicos y que quienes los habiten sean felices.

En adjunto puede apreciarse algunas postales que dan cuenta del estilismo antes mencionado. El portal “El Español” fue el medio que hizo notar este detalle, y desde aquí coincidimos con su parecer. Y es que es innegable que en la ambientación del despacho de la Reina Letizia se priorizaron las tonalidades claras, las mesas con formas redondeadas y el minimalismo a la hora de agregar objetos decorativos, todos elementos propios del Feng Shui. La oficina perteneció antes a Doña Sofía, pero su nuera decidió reformarla para darle “su toque”, uno que deja en evidencia cuál es su estilo.