Arantxa Sánchez Vicario, la guerra judicial de nunca acabar con Josep Santacana continúa

Pasaron más de cuatro años de aquel día en que Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana decidieron poner punto final a su relación. Sin embargo, al día de hoy la batalla judicial no cesa. Por el contrario, es sabido que la guerra seguirá su curso en Miami.

Los desacuerdos post-matrimoniales serían aquello que prolonga este cierre definitivo que tanto anhelan y que los encuentra inmersos en un proceso de divorcio interminable. Como en un loop infinito que no les permite concluir este capítulo de sus vidas.

Tal como trascendió recientemente, el pasado 11 de julio, la tenista y su ex esposo volvieron a verse las caras en los juzgados de Miami Dade. Aquella fría sala de audiencias donde todo comenzó aquel febrero de 2018 y que demuestra cada día con más fuerza que los protagonistas de esta historia lejos se encuentran de dirimir este final de manera amistosa.

En este encuentro, se fijó la fecha para un futuro juicio. No obstante, no fue la primera cita donde Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana no tuvieron más remedio que cruzarse. Recordemos que a principios del mes pasado la deportista había presentado una queja contra su marido por unas facturas presentadas ante el juez.

“El Case Management Conferense puede ser muy beneficioso para ambas partes involucradas en un divorcio”, indicó el abogado de Florida, Jeffrey Alan Aenlle, quien especificó que “permite prevenir un gasto innecesario de tiempo y de instrumentos legales, al darle una oportunidad al juez para decidir sobre situaciones que las partes no han podido decidir por sí solas”.

Ahora bien, el frente con Josep Santacana no es el único que mantiene abierto Arantxa Sánchez Vicario en la justicia. Recordemos que la atleta enfrenta otro proceso judicial en Barcelona en el que el Banco de Luxemburgo se presentó como querellante.

Por esta causa, dicha entidad financiera exige una pena de cuatro años de cárcel para la barcelonesa y su expareja por un delito de alzamiento de bienes, además de una indemnización que supera los seis millones de euros, a los que se suman intereses y costas procesales.

Este caso se origina en el momento en que la excampeona decide retirarse del mundo del tenis y se enfrenta a su familia por motivos económicos. En ese período, Arantxa Sánchez Vicario acumuló una deuda superior a los 5 millones de euros con Hacienda por el impago de impuestos.