El Rey Juan Carlos ha recibido una nueva bocanada de oxígeno tras la decisión del juez del Tribunal de Apelaciones de Londres, Nicholas Underhill, de conceder a sus abogados permiso para rechazar el fallo del Tribunal Superior que desconoció su condición como miembro de la familia real, revestido de inmunidad legal para desconocer la demanda interpuesta por la empresaria Corinna Larsen en su contra.

Recordemos que, en el mes de marzo, el juez que llevaba la causa, Matthew Nicklin, falló en su contra al considerar que no podía considerarle un miembro activo de la familia real española, al no tener actividades de representación ni percibir asignaciones anuales y residir en Abu Dabi después de abdicar en 2014, por lo que el beneficio que el Emérito aspira le sea reconocido,  únicamente recae en la figura de su hijo, el Rey Felipe.

En este sentido, el equipo legal del Rey Juan Carlos puede retrasar aún más su comparecencia ante los tribunales británicos, luego de que su "examiga entrañable", Corinna Larsen, denunciara hechos de acoso y hostigamiento que finalmente procedieron.

Las palabras de Corinna

Durante este testimonio lapidario contra del padre del Monarca actual, la exprincesa alemana expuso que el acusado arremetió contra su integridad mental, desde el mismo momento en que su relación con el exmonarca terminó definitivamente. Como respuesta, él intentó persuadirla para que volviera a su lado. Tras la negativa, Larsen contó que el exrey exigió la devolución de 65 millones de euros que le "regaló" y las medidas de coacción que tomó fueron más extremas, al punto de proferir algunas acciones intimidatorias, entre las que se pudo conocer un allanamiento ilegal de su residencia en Mónaco.

Por el momento, los abogados del Rey Emérito podrán reabrir el caso y trazar nuevas estrategias para evitar que quede sentado en el banquillo de los acusados. No obstante, se trata de una batalla que está lejos de culminar pronto, y que representa por supuesto, un gran desgaste para todas las partes involucradas.