Kiko Rivera se da un respiro frente al drama familiar con su madre y se concentra en su carrera musical, en un momento muy importante para él, pues se encuentra de gira por varias ciudades de España. 

Recientemente, el hijo de Isabel Pantoja compartió con sus seguidores un compilado de vídeos después de su presentación en Toledo. Al ritmo de la música, Kiko Rivera puso a bailar al público, además de subir a algunos invitados para agradecerles por el apoyo en este momento crucial de su carrera. 

Lejos de la discordia por la herencia familiar, recibida tras la muerte de su padre Francisco Rivera, conocido como Paquirri, Kiko Rivera pone foco en hacerse un camino propio, sin la sombra de la tonadillera y el torero. La gira musical es clave para el DJ, que años atrás fue tildado de “mujeriego” y “mal estudiante” por la prensa rosa. Este es su momento de revancha para demostrar que le sobra talento y que está dispuesto a trabajar con empeño para ser reconocido.

Incluso en sus redes sociales, se atrevió a dejar un mensaje revolucionario “estamos preparando nueva música, otro concepto, otro rollo. Hay que modernizarse, sino te aíslan”, así Kiko Rivera daba a entender cuáles son sus prioridades presentes. 

Pero las heridas familiares siguen abiertas y el destino de Cantora es una incertidumbre 

Aunque hace más de 30 años que Paquirrí murió, la herencia dejada en partes iguales a su hijo Kiko Rivera e Isabel Pantoja, la mujer con quien estuvo casado entre 1983 hasta su muerte en 1984, sigue siendo una herida abierta que no cicatriza para madre e hijo que durante años han protagonizado una dramática rencilla por Cantora, la enorme hacienda que fue hogar en la infancia de Kiko. 

En meses recientes, los medios han declarado que Kiko Rivera había sido desplazado por su madre en la venta de la propiedad. Sin embargo esto nunca se confirmó, puesto que para dar este paso, la tonadillera necesita de la firma de su hijo. 

Muchos recordarán el penoso episodio entre madre e hijo en el plató de “Sábado Deluxe”, cuando Kiko Rivera desbordado en lágrimas exigía el amor de Isabel Pantoja en medio de la pandemia por el coronavirus y un ambiente de mucha tensión mundial. Una llamada de Isabel Pantoja sorprendería a todos en medio del programa, en especial al DJ, que lejos de conmoverse por las palabras de la coplera terminó decepcionado al sentir que ella no reconocía el dolor que él sentía. 

“No comparo mis sentimientos con nada, pero simplemente he contado cómo me siento. No puedo fingir estar bien. Si he provocado un daño, lo siento. Necesito abrazos y besos”, fue la respuesta de Kiko tras las declaraciones de su madre que lo retaban al decirle “piensa que estamos sanos, hay una pandemia en el mundo, lo que tú estás pasando no es importante. Han fallecido millones de personas, eso sí es importante.”

Si bien Kiko Rivera se acercó a su madre en un momento muy amargo para ella, cuando su abuela Ana murió en Cantora, el gesto amoroso quedó disuelto a las pocas semanas y la coplera continuaba con sus planes de vender la hacienda para aliviar deudas y embargos que salpican su carrera profesional. 

A la rencilla con su madre se le suma la tensa relación que desde hace años lleva con su hermana Isa, de la cual se encuentra muy distanciado luego de admitir que le había pegado “cuando quiso cortarse las venas”. La confesión, lejos de ser bien recibida por ella, marcaría un punto de no regreso para ambos, que desde entonces no han tenido ningún acercamiento. Las últimas palabras de Isa sobre su hermano fueron “no me quiere, es muy duro”. 

Kiko Rivera y su salto a la fama por el fenómeno Paquirrín 

Francisco José Rivera Pantoja conocido por todos como Kiko Rivera saltó  a la fama en 2009 con el programa “El monólogo de Paquirrín”, transmitido por La sexta que alcanzó porcentajes de audiencias históricos, gracias al desempeño de Kiko en el rol de un joven en busca de su identidad. A través de charlas y situaciones cotidianas, el hijo de Paquirrín se convertiría en un fenómeno mediático que hasta el día de hoy sigue en búsqueda de una identidad que lo aleje de viejas heridas del pasado y lo centren en lo que realmente quiere para su vida.