REINA LETIZIA

La Reina Letizia, más plebeya que Royal: lo que se dice sobre su actuación en la Cumbre de la OTAN

La Monarca ha demostrado que no se necesita nacer en cuna de oro para brillar.
domingo, 3 de julio de 2022 · 11:12

Luego de esta exitosa agenda semanal en la que la Reina Letizia ejerció como anfitriona de los y las acompañantes de los presidentes congregados a la Cumbre de la OTAN como 'embajadora delegada' para mostrar a estos invitados de excepción a España como una potencia cultural, artística, turística, gastronómica y, sobre todo, moderna, contemporánea y a tono con los tiempos cambiantes, junto a "Vanitatis" podemos llegar a la conclusión frente a este desempeño de diez, que estos son los espacios en los que la Monarca realmente se luce.

La Reina Letizia y los consortes de los presidentes de la cumbre en el Teatro Real. (Foto: @casareal)

Esto, en seria comparativa con otros eventos anuales en los que, al parecer, la Reina Letizia no tiene intención de dejar registro, como, por ejemplo, interactuar con sus pares royals en escenarios mucho más rígidos, encorsetados y provistos de más reglas y protocolos a seguir. Recordemos cuántas invitaciones a eventos reales ha decidido rechazar en comparación con aquellas ocasiones en las que ha preferido asistir a encuentros de talla nacional e internacional enlazados a temas de Estado y de gobierno. Si su marcada ausencia del cumpleaños de la Princesa Ingrid Alexandra de Noruega fue un desaire al total, pues digamos que, a nivel de imagen, su desenvolvimiento en esta cumbre de la OTAN ha lavado todos sus "pecados".

El papel de la Reina Letizia como anfitriona fue impecable. (Foto: @casareal)

Es muy meritorio despejar algunas dudas con respecto a la labor de la Reina Letizia en este escenario de talla mundial sobre temas de seguridad regional y global. Los recorridos, visitas guiadas, almuerzos, catas y cenas, estilismos, los derroches de cariño de la Soberana con Briggite Macron o sus esfuerzos por hacer buenas migas con Jill Biden, son solo la punta del iceberg, pues detrás de todo aquello, hay semanas intensas de organización, planificación, esfuerzos conjuntos entre Casa del Rey y Moncloa, operativos de seguridad, protocolo, objetivos a lograr y horas interminables de conversaciones en inglés y quizás hasta francés y otros idiomas. No es un trabajo fácil, y se requiere de mucha ética, eficacia y una gran disciplina para llevar todas y cada una de estas tareas de forma precisa, casi quirúrgica.

Joe Biden y la Reina letizia en un momento de complicidad. (Foto: Vanitatis)

Sin embargo, esto no cohibe a la Reina Letizia de expresar, a través de sus gestos y acciones, muestras de cariño y cercanía con sus invitados, cuestión que entre los royals poco se ve. En estas reuniones entre presidentes, jefes de Estado, primeros ministros y otras altas autoridades destacadas, los besos, abrazos, toques afectuosos, palmaditas de hombro y hasta los chistes son más que bienvenidos para aliviar la tensión propia de estas reuniones. Después de todo, ¿no es una cumbre conformada por plebeyos? De altísimo nivel, eso sí, pero con muchos más abordajes humanizados, y la esposa del Rey Felipe se siente como pez en el agua.

Impecable, profesional y muy consciente de la importancia de su rol como Consorte del Rey Felipe, la Reina Letizia ha superado con creces este reto institucional de dos días intensos en los que se esperaba un gran trabajo personal e institucional y así lo ha cumplido. Ha demostrado una vez más que para reinar no es necesario nacer dentro del sistema monárquico, sino estar a la altura de los retos que se avecinan en cada ocasión que se presente.

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