Alejandro Sanz, un amor que lleva nombre de canción y que tiene una historia inolvidable

Sin lugar a dudas, Alejandro Sanz se ha convertido a fuerza de una trayectoria intachable en uno de los artistas más grandes de España, y de todo el mundo. Un sinfín de éxitos y récords de ventas lo posicionaron como un astro de la música. Entre sus más destacados hits, destaca “Amiga Mía”, canción dedicada a aquel amor que jamás olvidará y no es ni Raquel Perera ni Rachel Valdés.

Con tres décadas de fructífera carrera en la que se tornó banda sonora de nuestras vidas, Alejandro Sanz dio a conocer el trasfondo de esta canción lanzada en 1997 y a la que debe su gran popularidad.

Este emblemático tema que compuso el cantante no esconde más que una apasionada historia de amor. Un amor, por cierto, no correspondido. Basada en hechos reales, está inspirada nada más ni nada menos que en Irene Chamorro, íntima amiga del artista.

Tal como trascendió recientemente, Irene estaba perdidamente enamorada de Antonio Flores. Al parecer, ese amor no era mutuo, por lo que el hijo de La Faraona hizo sufrir a la amistad de Alejandro Sanz, quien se hizo eco de esta situación para enviarle quizás el más sentido y profundo de los mensajes mediante su poesía.

Es así que la letra, convertida en un verdadero himno que el madrileño escribió de su puño y letra, resulta ser una declaración de intenciones, pedida de disculpas mediante: "Amiga mía, ojalá algún día escuchando mi canción. De pronto, entiendas que lo que nunca quise fue contar tu historia. Porque pudiera resultar conmovedora".

Fue el mismísimo Alejandro Sanz quien recogió el guante ante la incertidumbre y la gran incógnita y dejó bien claro que “Amiga mía” no está dedicada a Raquel Perera, ni tampoco a Rachel Valdés: "Está basada en un hecho real y demuestra que es muy peligroso tener amigos compositores. Y eso que yo soy totalmente contrario a hablar de la vida de los demás, pero me lo puso tan fácil", se animó a bromear.

"Como un bobo esperaba que se emocionara, pero solo me dijo: 'Qué inteligente, qué sabio que has hecho una canción de una historia mía'. Y a mí eso me sentó fatal. Toda la segunda parte de la canción es la bronca que le echo por haberme dicho aquello. Además repito todas las palabras que me dijo", recuerda el intérprete aquel sinsabor.

No era para menos, al momento de darle a conocer aquella pieza, que rápidamente se tornó en una verdadera obra maestra, entendió que aquel gesto que conllevaba la intención de complacer y apoyar a una amiga del alma con consejos al "regalarle una poesía", era no obstante interpretado como una actitud cuestionable en tanto que "estaba dando las noticias".