La Princesa Leonor parece estar muy a gusto con la familia a la que pertenece y con las responsabilidades heredadas, pese a que estemos transitando épocas de cambio. Hasta aquí jamás la hemos visto tener gestos que nos hicieran dudar de que realmente quiera continuar con la tradición familiar y siempre se ha mostrado muy respetuosa de las normas. Sin embargo, nada dura para siempre.

La educación de la Princesa Leonor la ha llevado por un camino en el que lo más fácil es acatar sin hacerse demasiadas preguntas. Eso es exactamente lo que se espera de alguien que podría convertirse en Reina ya que, en todo caso, pondrá en práctica su juicio cuando ya esté ejerciendo funciones. Esto es así porque, si sucediera lo contrario, quizás abdicaría antes de llegar al sitio que se le tiene reservado.

Pero, ahora mismo, la hermana de la Infanta Sofía está de vacaciones y eso quiere decir que, al menos un poco, puede permitirse algo más de relajo. Aunque, claro, la apertura de estos días no es total, sino que siguen vigentes los actos protocolares en los que ella tiene que asistir con una sonrisa de oreja a oreja para saludar a quienes la adoran y para resistir ante quienes la consideran lo peor de la sociedad.

El movimiento con el que la Princesa Leonor descolocó a Casa Real

En el día de ayer, la nieta de Doña Sofía acudió al Museo Dalí para cumplir con su agenda y allí tuvo lugar un suceso que solo fue percibido por aquellos que buscan detalles: La Princesa Leonor se presentó con lesiones en su mano izquierda, unas que lucen muy recientes y con aspecto de infección. En adjunto puede apreciarse la postal y quizás lo más llamativo es que estrechó la mano con varios asistentes y en ningún momento manifestó sentir dolor.

Claro, por estas horas, todo el mundo está preguntándose qué le sucedió, de modo que, desde “Vanitatis”, han consultado a Casa Real y solo han recibido silencio como respuesta. No sabemos si el hermetismo tiene que ver con que efectivamente nadie sabe qué le sucedió a la Princesa Leonor o bien la razón no puede darse a conocer. Por el aspecto, cualquiera podría pensar que una mascota podría haber lastimado a la hija mayor del Rey Felipe o que se quemó cocinando. Pero claro, jamás podremos saberlo con exactitud ya que se trata de un acontecimiento que tuvo lugar en las esferas de su vida privada.