Un gesto que no es costumbre en la Reina Letizia y que hoy "incomoda" a los presentes

Quizás, entre algunas de las actividades que pudieran realizar el Rey Felipe y la Reina Letizia en su paso por Palma de Mallorca este contemplado visitar la catedral, aunque simplemente se trata de una posibilidad, pues lo usual es que acudan por la Pascua. Esta aproximación nos permite intentar dar con la interrogantes sobre uno de los temas que, en los últimos días, ha escandalizado especialmente las redes sociales a los españoles y que tiene que ver con ese cierto desapego que siente la Reina Letizia por algunos gestos propios de la fe católica, como el de santiguarse.

El hecho de negarse a hacerlo en medio de la misa en honor al patrono de España, Santiago Apóstol, generó uno de los más grandes revuelos de fecha reciente, al tiempo que sobre la Soberana permanece la duda sobre si realmente es católica practicante o si por el contrario, su fe estuvo condicionada desde siempre por su matrimonio con el Rey Felipe, quien sí es un gran creyente, al igual que la Reina Emérita Sofía.

De acuerdo a lo difundido por El Mundo, "En España, a diferencia de lo que ocurre en casi todas las Monarquías europeas, la separación entre Corona e Iglesia es casi absoluta. Y desde Zarzuela no se informa sobre las creencias religiosas de los integrantes de la Familia Real por considerarlo algo de la esfera 'privada'". Pero, apenas se toca el tema de la Reina Letizia, la cuestión adquiere otro cariz. Nadie sabe que religión profesa la Consorte y si lo hace siquiera, pero al pertenecer a una institución anclada a ciertas tradiciones y códigos, se considera que su credo debería ser de dominio público, a modo de que se pueda entender su negativa, que, sin duda, ha sostenido de forma férrea pese a la lluvia de críticas.

Desde Zarzuela no se informa sobre las creencias religiosas de los integrantes de la Familia Real.

Si analizamos algunos frentes de lo expuesto por el citado medio, es posible que lo que toda España pudo ver a través de sus pantallas sea una seria declaración de intenciones por parte de la Institución Monárquica a partir de la ausencia de gestos por parte de la Reina Letizia. Cada vez más, la corona desea desvincularse del peso que supone ser enlazada a algún sistema de creencias, y, por ello, ver o no a la Reina haciendo la señal de la cruz jamás ha significado un cisma interno. Manifestaciones ya expuestas son las casi acostumbradas ausencias de la familia real en varias liturgias religiosas, como el tradicional oficio de Palma de Mallorca o las tomas de posesión de los presidentes del Gobierno o ministros, en las que ya no se estila el uso de la Biblia y el crucifijo, por ejemplo.

Sin embargo, este viraje que conduciría a la Casa Real a convertirse en una institución aconfesional también trae sus contratiempos, incluso en cuanto a los títulos que ostentan el Rey Felipe y la Reina Letizia, como el de "Sus Católicas Majestades". Sin embargo, este tema de fondo podría incidir en las formas de la institución a futuro. ¿Son parte de las reformas que contempló el Jefe de Estado desde el inicio de su reinado? Posiblemente. Son cambios de largo camino, pero tal como podemos ver, la Reina Letizia lidera el trayecto.