Cómo se tratan la Princesa Leonor y la Infanta Sofía cuando creen que nadie las ve

Aunque la Reina Letizia logró acaparar la atención de los medios al ser la protagonista de su último recorrido por Palma de Mallorca mientras presumía de sus bronceadas piernas, un gesto remarcable entre la Princesa Leonor y la Infanta Sofía ocurría en tanto pensaban que nadie las observaba.

En principio, los reyes y sus hijas fueron captados por las cámaras de los reporteros in situ, que además de su actitud distendida y familiar registró la sorpresa de los transeúntes que no daban crédito. Quizás hubieran pasado más desapercibidos si no fuese por la presencia de los medios, pero este hecho no representó un gran problema para los royals, que reían ante las ocurrencias del Soberano. En ese contexto, dieron rienda a su curiosidad natural por los artículos en ventas de las diferentes tiendas de la zona y apreciaron la belleza del lugar.

Se supone que en algún momento los reporteros dieron un tanto de respiro a los reyes y a su prole para que siguieran su paseo tranquilos, pero fue ese el instante en el que, distraída, la Infanta Sofía quiso aferrarse al brazo de la Princesa Leonor. De este modo, caminaron juntas hablando entre ellas, sonriendo entre comentario y comentario, muestra máxima de su gran complicidad.

Para Don Felipe y Doña Letizia, este es un gran logro que pueden atribuirse con total orgullo: el de formar a las hermanas en el amor, la comprensión, la preocupación y el apoyo mutuo. Sofía ha sido siempre el apoyo más importante para Leonor, y esta a su vez protege a su hermana y la ha echado terriblemente de menos durante su último año en Gales. Ahora que están unidas, sus actividades conjuntas de agenda han sorprendido gratamente en esta temporada estival. La relación que llevan es motivo de gran interés entre la prensa mundial.

Esta escena que tanto la Princesa Leonor como la Infanta Sofía protagonizaron nos recuerda la visita que el clan monárquico realizó a la isla en 2019. Fue entonces la heredera quien sirvió de apoyo a su hermanita, puesto que debió pasar las vacaciones veraniegas con la pierna vendada debido a un accidente que sufrió en los jardines del Palacio de Marivent. Se presume que sucedió mientras jugaba al fútbol con sus primos.

En aquel momento, la heredera no se despegaba de su hermana por un segundo y le brindaba su brazo para que se desplazara más cómoda. Esto no ha cambiado, de hecho ambas se profesan un gran cariño que trasciende de lo privado a lo público. Si todo sigue tal como ahora, crecerán y afrontarán nuevos retos juntas y de la mano, como siempre han soñado sus orgullosisímos padres