ROCÍO CARRASCO

Rocío Carrasco desvela el episodio más sórdido entre Gloria Mohedano y Rocío Jurado

Se levantó y se fue.
sábado, 13 de agosto de 2022 · 05:45

Llega el momento crucial. Es un capítulo áspero, triste. Rocío Carrasco desvela en su docuserie “En el nombre de Rocío” las horas finales de la vida de Rocío Jurado. "Durante los últimos días en Houston ella se desmorona y su deseo era regresar a España. No quería morir fuera de su casa", dice.

Rocío Carrasco cuenta que el traslado de su madre se dio gracias a un amigo íntimo de la familia, Ángel Nieto. Él intervino y se puso en contacto con Francisco Hernando, el Pocero. "Hoy desgraciadamente ninguno de los dos está aquí pero yo creo que no tendré vida para agradecer lo que hicieron porque sin ellos ella hubiese muerto fuera de casa que era lo que no quería".

Rocío Jurado regresó a su querida España. Fuente: (Foto de archivo)

Para la hija de Rocío Jurado fue angustiante que la familia, su tía Gloria Mohedano y los demás pernoctasen en la casa a la llegada de su madre a España. Sin embargo, advierte: "Todas las personas que estaban allí estaban con su mejor voluntad".

Rocío Carrasco describe la situación de esta manera: "Me niego a calificar aquella situación, pero sí la voy a describir: en aquella casa estaba mi tía Gloria y su familia, mi tío Juan, Amador, Rosa y los cuatro hijos de ellos, personas que eran fans de mi madre, había una enfermera, a la que siempre estaré agradecida, había demasiada gente en esa casa. Estaban también llenos de dolor y al final también se les iba una hermana, una tía, una esposa, que yo considerase que no era lo correcto o lo adecuado, es mi opinión".

Velatorio de Rocío Jurado. Fuente: (Foto de archivo)

El comentario inescrupuloso

El 1 de junio de 2006 se apagó la vida de la cantante. Rocío Carrasco asegura que su madre no se quería marchar, pero la enfermedad pudo más. "Pude despedirme de ella pero a mí no me hacía falta el hecho de despedida como tal. Eso era algo que entre nosotras era innecesaria yo hablé con ella en vida todo lo que tuve que hablar y le dije todo lo que tenía que decirle. Entré en su habitación, que estaba llena de gente, dije que por favor que se saliera todo el mundo y me tiré al lado de ella en la cama", narra.

Hablé con ella en vida todo lo que tuve que hablar y le dije todo lo que tenía que decirle.

Después de eso, Rocío Carrasco rememora que su corazón latía muy rápido, le habló al oído, le dio un beso y a las dos horas yacía sin vida en la cama.

Después del sepelio, su tía Gloria Mohedano hizo un comentario que a Rocío Carrasco le pesa en el alma: "Me senté en un sofá del salón, así como para tomar aire, y entonces entró Gloria vino donde estaba sentada, me dio un beso y un abrazo. Se sentó a lado y me dice: 'Lo que a mi sí me gustaría para mi casa de Sevilla es ese mueble'. Me levanté y le dije: ‘Bueno tita, ya hablamos’ y me fui”.

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