Cayetana Rivera nació en Cuna Real; como herencia tiene un pasado aristócrata que la destaca de muchas mujeres de su edad. Sin embargo a ella esos títulos parecen no importarle. Hija de Eugenia Martínez de Irujo y del torero Fran Rivera, la joven de 22 años demuestra con cada aparición que su luz es propia, sin importar el peso de su familia. 

Nieta de la Duquesa de Alba y de la inolvidable Carmina Ordóñez, el clan de Cayetana, como reza su nombre de pila, tiene una fuerza femenina destacable que se desvela siempre que Tana Rivera, como se le conoce en los medios, aparece frente a cámaras. Su naturalidad parece ser parte de ese no sé qué, ese misterio que para muchos es el secreto de su reconocimiento mediático, más allá de la trayectoria del torero y Eugenia Martínez de Irujo. 

Muchos han querido relacionarla con Victoria Federica por su linaje e historia familiar, además porque comparten la misma generación y gusto por los toros, pero lo cierto es que Tana Rivera tiene la frescura de dos mundos muy respetables en España y, si de toros se trata, es ella quien proviene de abuelos, tíos y padres diestros. 

El misterio que hace brillar a Tana Rivera, una mezcla de rebeldía y elegancia 

De la abuela Carmina, Tana Rivera heredó esa naturalidad con que camina y se lleva todas las miradas sin hacer mucho esfuerzo. Aunque su padre Fran Rivera tiene presencia más activa en los medios, es su hija Tana la que se queda con todos los elogios cuando asisten a un evento juntos. Para el torero, este rasgo lo llena de orgullo, pues es natural que al verse con ella, recuerde a su madre, que murió sin llegar al medio siglo de vida. 

De la abuela Cayetana Fitz-James Stuart, conocida como la Duquesa de Alba, Tana Rivera heredó su buen gusto para vestirse que la hacen destacarse sin muchos artilugios. Es común verla con sombreros y con trajes muy tradicionales que enaltecen el amor y la tradición que ella siempre guarda por Sevilla.

Naturalidad, buen gusto y un toque de rebeldía  son los tres rasgos que marcan diferencia en Tana Rivera, además de su decisión de mantener su vida privada alejada de los medios. La hija Eugenia Martínez de Irujo no es activa ni figura pública en redes sociales ni es de ofrecer declaraciones para la prensa. Las pocas fotos que se tienen de ella, siempre es junto a sus padres en algún evento o las capturadas por los paparazzis cuando se permite una escapada por España. 

Recientemente, Tana Rivera ha estado muy en boca para la prensa del corazón por su romance con el empresario andaluz Manuel Vega, con quien se le ha visto disfrutando del verano navegando por Ibiza. Manuel es 10 años mayor que Tana, pero esto no ha sido obstáculo en su relación, pues toda la familia está enterada del romance sin mostrar ninguna oposición. 

Tana y María Eugenia, unidas por una misma elección 

La madre de Tana Rivera es andaluza de nacimiento y aunque su matrimonio con Fran Rivera resultó nulo, entre ellos queda la herencia de tener una hija en común con todos los títulos heredados por derecho familiar. Sin embargo, Eugenia Martínez de Irujo ha decidido mantenerse al margen de la vida entre palacios y duques, dando más valor a la sencillez y al compartir más íntimo con su familia. Este rasgo la une directamente con su hija Tana.