Los comentarios "raros" de la Reina Letizia y los incidentes que nadie cuenta sobre Valldemossa

Una de las razones por las cuales el posado oficial de la familia real es uno de los eventos más esperados por la prensa durante sus días de estancia en Palma de Mallorca, es por su dinámica completamente distendida, en la que se puede ver el costado más relajado del Rey Felipe, la Reina Letizia y sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, que definitivamente se robaron la atención de este encuentro, muy curiosas y absortas en medio de las hermosas visuales que ofrecen los jardines de la Cartuja de Valldemossa.

Son puntuales, no importa la hora pautada y antes de la puesta en escena siempre intercambian algunas palabras con los periodistas presentes para romper un poco de hielo, especialmente la Reina Letizia, quien no desperdicia cada oportunidad que tiene para conversar con su excolegas del oficio e incluso para formular algunos comentarios bastante impredecibles.

Esto sucedió cuando una vez todos reunidos, la Monarca comenzó a preguntar a algunos de los reporteros su edad. Ante la respuesta de los interrogados, por alguna razón respondió con la enigmática frase "todos vamos teniendo una edad". Esto nos recuerda que estamos semanas de la celebración de su cumpleaños número 50 y esto causa gran expectación, dado que la familia real normalmente no suele realizar grandes celebraciones públicas, pero podría quizás salirse de lo usual y celebrar en grande esta hermosa edad redonda.

Sin embargo, este idílico recorrido por la celda de Chopin, la farmacia de los monjes cartujos y la sorpresiva aparición de Jaime Carvajal y su esposa, Isabel Hoyos, grandes amigos de la familia que quisieron saludarles en su paso por las estancias, no fue del todo perfecto hacia el final de la travesía según lo expuso el diario El Debate en una de sus últimas publicaciones, cuando el Rey Felipe junto con la Consorte y sus hijas, decidieron recorrer las calles de Valdemossa y saludar a los vecinos que se acercaron para recibirles. Se supo que entre la multitud hubo algunas manifestaciones de descontento y desagrado con gritos y consignas, pero inmediatamente fueron neutralizadas por varios de los presentes que no dudaron en apoyar a los Borbones en este auténtico baño de masas con sabor local.

A pesar de lo anterior, este incidente no supuso molestia alguna para el Rey Felipe y su familia, quienes disfrutaron algunas horas de recorrido. La Reina Letizia y sus hijas no dudaron en visitar algunas tiendas aledañas, encantadas con las manufacturas y artesanías de la zona, y aunque decidieron no llevar ningún recuerdo de esta localidad sí que han disfrutado la cercanía y hospitalidad de los habitantes y sus autoridades con sus manifestaciones de cariño, algunos regalos y momentos espontáneos de mucha ternura por parte de los niños de la comunidad, que demostraron su simpática curiosidad ante la llegada de estos ilustres visitantes de excepción.